rafagil
De la casa
Sin verificar
Hay un nombre clave en la historia de la relojería que lamentablemente pasa desapercibido, siendo de una importancia a mi entender, fundamental.
Se trata del científico holandés Cristiaan Huygens. https://es.wikipedia.org/wiki/Christiaan_Huygens
La importancia de éste científico en el mundo de la relojería radica en una cosa de una trascendencia fundamental: Él es quien aplicó por primera vez el principio del péndulo a los relojes en el año de 1656, recogiendo sus aportes en una obra: Horologium Oscillatorum (1675)
Con él y su creación quedaba perfectamente delimitada la transición de los relojes medievales a los contemporáneos:
El reloj medieval era en sí un mecanismo muy rudimentario movido y regulado por pesas, de muy difícil ajuste y con una precisión inimaginable en nuestros días: un margen de error de una hora diaria se podía considerar COSC en su época.
El péndulo se encargaría de regular a partir de entonces su marcha a raíz del aporte de Huygens. El péndulo, unido a un sistema de escape colocaba por primera vez el reloj mecánico en la categoría de instrumento de precisión, a la vez que abría una nueva puerta inimaginable hasta entonces: El futuro reloj portátil.
Se trata del científico holandés Cristiaan Huygens. https://es.wikipedia.org/wiki/Christiaan_Huygens
La importancia de éste científico en el mundo de la relojería radica en una cosa de una trascendencia fundamental: Él es quien aplicó por primera vez el principio del péndulo a los relojes en el año de 1656, recogiendo sus aportes en una obra: Horologium Oscillatorum (1675)
Con él y su creación quedaba perfectamente delimitada la transición de los relojes medievales a los contemporáneos:
El reloj medieval era en sí un mecanismo muy rudimentario movido y regulado por pesas, de muy difícil ajuste y con una precisión inimaginable en nuestros días: un margen de error de una hora diaria se podía considerar COSC en su época.
El péndulo se encargaría de regular a partir de entonces su marcha a raíz del aporte de Huygens. El péndulo, unido a un sistema de escape colocaba por primera vez el reloj mecánico en la categoría de instrumento de precisión, a la vez que abría una nueva puerta inimaginable hasta entonces: El futuro reloj portátil.