nosferatus
Habitual
Sin verificar
Me imagino que os ha pasado a todos: hay un reloj que lo ves una vez de un vistazo rápido y ya has tenido un flechazo. Unas veces puedes comprarlo y otras no, a no ser que te toque la bonoloto, si es que juegas.
Pero cuando la CRI es asequible, y en disponibilidades económicas todo es relativo, y de repente se tropieza uno con “su” pieza, sabe que si la deja perder lo lamentará, “Si ese avión deja el suelo y tú no estás en él, te arrepentirás. Quizá no hoy, quizá no mañana, pero pronto y por el resto de tu vida”. Bien es cierto que siempre nos quedará París, con voz de Bogart.
Pues bien, esa oportunidad la encontré y me lancé de cabeza a por ella. He tenido que estrenarlo en el jacuzzi, porque la piscina está helada, y tenía una sensación entre el Comandante Cousteau y Clive Cussler. Es un reloj muy especial, te miran y te miran como preguntándose qué demonios lleva éste. Y ayer tenía que haberlo cambiado por uno más elegante (tocaba traje y corbata), pero pensé, qué demonios, y fui la sensación de una reunión de bastantes campanillas.
Y aquí está, duerme en mi muñeca como si me conociera de toda la vida.
Nada, que a pesar de su tamaño (considerable), su peso (demoledor) y su aspecto brutalmente profesional (pero de buzo, no de la profesión a la que se dedica uno) estoy como niño con Doxa 750 Caribbean GMT nuevo. Y quería compartirlo con vosotros.
Pero cuando la CRI es asequible, y en disponibilidades económicas todo es relativo, y de repente se tropieza uno con “su” pieza, sabe que si la deja perder lo lamentará, “Si ese avión deja el suelo y tú no estás en él, te arrepentirás. Quizá no hoy, quizá no mañana, pero pronto y por el resto de tu vida”. Bien es cierto que siempre nos quedará París, con voz de Bogart.
Pues bien, esa oportunidad la encontré y me lancé de cabeza a por ella. He tenido que estrenarlo en el jacuzzi, porque la piscina está helada, y tenía una sensación entre el Comandante Cousteau y Clive Cussler. Es un reloj muy especial, te miran y te miran como preguntándose qué demonios lleva éste. Y ayer tenía que haberlo cambiado por uno más elegante (tocaba traje y corbata), pero pensé, qué demonios, y fui la sensación de una reunión de bastantes campanillas.
Y aquí está, duerme en mi muñeca como si me conociera de toda la vida.
Nada, que a pesar de su tamaño (considerable), su peso (demoledor) y su aspecto brutalmente profesional (pero de buzo, no de la profesión a la que se dedica uno) estoy como niño con Doxa 750 Caribbean GMT nuevo. Y quería compartirlo con vosotros.