No estoy de acuerdo en el ejemplo que pones del Mercedes Clase E con motor Opel Corsa 1.2 porque implicitamente estás sugiriendo que ETASA sería un 1.2 de 65 cavallitos e In House sería un V8, 5.6 litros, 32 válvulas con distribución variable...y 475 CV (por supuesto tracción integral)
La realidad, en cierto rango, no en toda la gama de relojes de todas las marcas, es que estaríamos hablando de chasis, suspensiones, frenos, calidad de construcción y acabados tan buenos o mejores que muchos que montan In House, y motores con prestaciones similares (poco más poco menos) suministrados por Honda, por ejemplo (el mayor y mejor fabricante de motores del mundo). Y aún así, uno costaría 5 millones y el otro (que prestacionalmente y en cuanto a calidad nadie puede decir que sea mejor) costaría 8 ó 9 o incluso 12 millones.
Lo único que tendría sería exclusividad, pero podría ser menos fiable, menos bueno y menos mejor hecho que el menos exclusivo ( y eso pasa todos los días)
Me recuerda un poco a la publicidad. Antes: gorda, despeinada, la casa desordenada, dolor de espalda.... Después: delgada, guapísima, Bentley Azzure y apartamento de 50 millones de dólares en Park Avenue. Y lo ha conseguido simplemente por beber Fontvella.
Repito que hablo en un cierto nivel de relojes, no me meto en las Grandes Ligas.
No son V8 contra 4 cilindricos, de 0 a 100 en 3 segundos contra de 0 a 100 en 19 segundos...
Creo que el tema de del in house vs ETAsa tiene su mayor problema, no en lo que creamos nosotros, sino en que no podemos convencer a nadie de que nuestra opinión sea la única y auténtica. Y no es porque la gente sea difícil de convencer, sino porque no existe una verdad absoluta y si a uno (independientemente de su economía) le da igual pagar 2 mil más, nunca podrá convencer a nadie (independientemente de su economía) de que esa elección sea la única y correcta.
De la misma forma que alguien puede pensar que ha acertado en su elección y que el vecino ha pagado bstante por un reloj más corriente, el vecino puede penar de uno que ha pagado un 60% más por un nombre que no por un mejor producto.