nosferatus
Habitual
Sin verificar
Dudo si poner este post en el subforo de relojes japoneses o el de vintages, que de ambos comparte. Es vintage porque tiene más de 20 años y japonés porque viene del país del Sol Naciente, asi que... ya sé que en este subforo son los relojes mecánicos los más deseados/queridos, y a mí también me pasa lo mismo, pero este reloj tiene su historia y os la cuento, porque los relojes no sólo son bonitos/feos/buenos/malos, sino que tienen su particular pasado y éste lo tiene.
Buscando en mi caja de relojes encontré el que fue mi favorito durante muchos años y que estoy casi seguro de que ninguno de vosotros tiene. Os cuento la historia: en el Mundial 82 de Fútbol, celebrado en España, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) realizó una serie exclusiva de relojes para árbitros y compromisos y encargó a Seiko la realización del mismo. Me suena que no se hicieron más de un centenar para todo el Mundo.
Según se contaba entonces era el reloj digital más sofisticado que se había hecho nunca y se nos entregó en una ceremonia muy protocolaria a los que éramos Jefes de Prensa de las ocho sedes (yo lo era de Alicante y para el que cuente edades he de decir que era con mucho el más joven de toda España ) un reloj para nosotros y otro para entregar al periodista que hubiera acertado el minuto en el que se produciría el gol más tempranero de cada sede. Me acompañó diariamente al menos durante cinco años, en el que me bañaba con él (¡hasta en el mar y he pulsado cienes de veces bajo el agua los botoncitos del crono!), jugaba al tenis, esquiaba, me metía en la sauna y todas las barbaridades posibles.
Luego, ya sabéis como son estas cosas, un clavo sacó otro clavo y le cambié en mis afectos por un Rolex Datejust combinado acero y oro, pero ésta es otra historia que duró su tiempito.
Lo encontré olvidado en un rincón de mi Caja B de relojes y me dio pena, porque su pantalla estaba vacía y su corazón parado. Acabo de cambiarle la pila y sigue funcionando de cine, con las ralladuras en el cristal propias de la mala vida que le di, pero no pienso pulirlo, ahí está mi pasado. Es curioso porque la pila se recargaba con una célula solar (¡en 1982!), aunque me han dicho que no fabrican ya esas pilas recargables, y desde que lo estrené me funcionó ininterrumpidamente al menos durante 4 años, que recuerde.
Como estaba diseñado para árbitros y periodistas deportivos tiene dos cronos, uno de ellos de 45 minutos en cuenta atrás, con parcial y totales hasta en 1/100 sgs. Tiene varias alarmas (un sonido muy elegante, eso sí, nada de musiquitas), diferentes pantallas de display para varios husos horarios, luz, etc. Es muy plano y fabricado en un acero soberbio, de hecho tiene arañazos pero brilla como el primer día. Mide 38 de ancho, con los pulsadores y 35 de alto, con una distancia entre asas de 20. La correa de caucho no es la original porque murió hace ya mucho tiempo. La que tiene es una bastante parecida a la original, pero no encontré ninguna idéntica.
Si alguno de los expertos ha encontrado más documentación de este reloj se lo agradecería. Espero que os guste.
Buscando en mi caja de relojes encontré el que fue mi favorito durante muchos años y que estoy casi seguro de que ninguno de vosotros tiene. Os cuento la historia: en el Mundial 82 de Fútbol, celebrado en España, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) realizó una serie exclusiva de relojes para árbitros y compromisos y encargó a Seiko la realización del mismo. Me suena que no se hicieron más de un centenar para todo el Mundo.
Según se contaba entonces era el reloj digital más sofisticado que se había hecho nunca y se nos entregó en una ceremonia muy protocolaria a los que éramos Jefes de Prensa de las ocho sedes (yo lo era de Alicante y para el que cuente edades he de decir que era con mucho el más joven de toda España ) un reloj para nosotros y otro para entregar al periodista que hubiera acertado el minuto en el que se produciría el gol más tempranero de cada sede. Me acompañó diariamente al menos durante cinco años, en el que me bañaba con él (¡hasta en el mar y he pulsado cienes de veces bajo el agua los botoncitos del crono!), jugaba al tenis, esquiaba, me metía en la sauna y todas las barbaridades posibles.
Luego, ya sabéis como son estas cosas, un clavo sacó otro clavo y le cambié en mis afectos por un Rolex Datejust combinado acero y oro, pero ésta es otra historia que duró su tiempito.
Lo encontré olvidado en un rincón de mi Caja B de relojes y me dio pena, porque su pantalla estaba vacía y su corazón parado. Acabo de cambiarle la pila y sigue funcionando de cine, con las ralladuras en el cristal propias de la mala vida que le di, pero no pienso pulirlo, ahí está mi pasado. Es curioso porque la pila se recargaba con una célula solar (¡en 1982!), aunque me han dicho que no fabrican ya esas pilas recargables, y desde que lo estrené me funcionó ininterrumpidamente al menos durante 4 años, que recuerde.
Como estaba diseñado para árbitros y periodistas deportivos tiene dos cronos, uno de ellos de 45 minutos en cuenta atrás, con parcial y totales hasta en 1/100 sgs. Tiene varias alarmas (un sonido muy elegante, eso sí, nada de musiquitas), diferentes pantallas de display para varios husos horarios, luz, etc. Es muy plano y fabricado en un acero soberbio, de hecho tiene arañazos pero brilla como el primer día. Mide 38 de ancho, con los pulsadores y 35 de alto, con una distancia entre asas de 20. La correa de caucho no es la original porque murió hace ya mucho tiempo. La que tiene es una bastante parecida a la original, pero no encontré ninguna idéntica.
Si alguno de los expertos ha encontrado más documentación de este reloj se lo agradecería. Espero que os guste.