Pues me gustaría hacer una reflexión en voz alta si me lo permitís. Quiero recalcar que no es una crítica ni mucho menos, sólo eso: una reflexión cachonda sobre la aplicación del genuino método de nuestro compañero Germán.
Vayan por delante tres consideraciones:
1º Me encantan los relojes
2º No soy un mercante del foro (es decir no me dedico profesionalmente a la venta)
3º Las personas siempre han sido para mi más importantes que los relojes o el dinero.
Dicho esto comienzo. Hace días vendí un reloj que me llegó como pago por otro, cuando me sucede esto sólo compruebo que la pieza que me mandan no atrase ni se pare (evidentemente no la abro ya que no tengo ni idea de los entresijos de la profesión). Este respondía bien. Un amable forero se interesa y tras varias consultas y unas fotos se lo queda. Yo nunca ofrezco el método Cabanillas porque considero que si hay algún problema hablando se soluciona y si es necesario devolver el importe se devuelve sin problemas (en algún caso he llegado a ofrecer devolver el importe sin que me mandaran el reloj de vuelta, llamarme idiota, es lo que tiene el punto tres de mis consideraciones)
Pues después de un envío rápido y de los correspondientes bonus por las dos partes y casi 10 días después de la venta recibo unos correos que me informan de que el forero no está muy conforme con el reloj porque existe cierta holgura entre la caja y el mecanismo. Por supuesto que le voy a devolver el dinero y además a partir de ahora instauraré el método Manuelillas (cuando no te guste el reloj me lo devuelves aunque hayan pasado 15 o 20 días) que así de chulo soy yo.
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Buenos días y feliz domingo