Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Nota: This feature may not be available in some browsers.
Recientemente ha salido por la tv una Rumana, se dedica a robar en el metro. Decía que amaba España, que aquí las leyes son muy permisivas, que da igual que la cojan, al rato vuelve a la calle. Encima decía todo orgullosa, que no mataba ni vendía drogas, que únicamente robaba, como si eso no es un gran delito y se podía entender, ya que decía que Rumanía esta muy mal y aquí se tenía que buscar la vida. Mientras que las leyes no cambien esto va a ir de mal a peor. Es una pena...
Espero que se mejore el turista lo antes posible.
Y lo peor es que esta escoria lo reconoce abiertamente, España es el paraíso para los delincuentes.
Si se te ocurre defenderte acabas en la cárcel y pagando una subvención millonaria al delincuente de turno; sin contar que puede que el Estado sume alguna paguita o incluso una casa para que no se sienta oprimido por tu defensa.
Y lo peor es que esta escoria lo reconoce abiertamente, España es el paraíso para los delincuentes.
Si se te ocurre defenderte acabas en la cárcel y pagando una subvención millonaria al delincuente de turno; sin contar que puede que el Estado sume alguna paguita o incluso una casa para que no se sienta oprimido por tu defensa.
Pensé que este hilo lo iban a mover al otro de "relojes y navajas"...coñas a parte, el mundo está lleno de hijos de puta delincuentes, y también de idiotas buenistas que no hacen nada para cambiar leyes.
¿Han dicho algo sobre la etnia o la raza o la nacionalidad de los delincuentes?
Que triste es esto y encima se va riendo en la cara de la policía. Lo que hace falta es endurecer las leyes, mas mano dura
Esa escoria sabe perfectamente que es intocable y actúa como le sale de donde quiere. Debe ser muy frustrante ser agente de la ley y ver como están de manos atadas por las mismas leyes que se supone que son para garantizar la seguridad de las personas decentes y honradas ... pero realmente son para garantizar los derechos de los delincuentes. Una verguenza.