El artículo es bastante malo, superficial y mal escrito (la frase final -"¿Llegará los Apple Watch a llegar a ese nivel de presencia entre los más ricos?"- es un prodigio de mala redacción)...pero suscita un tema interesante.
Desde hace tiempo tengo la impresión de que los relojes mecánicos son un accesorio cada vez más vintage. Antes todo el mundo tenía reloj, ahora no. La mayoría de los jóvenes de mi entorno no tienen reloj, no lo echan de menos, y rechazan la posibilidad de que eso pueda ser un buen regalo. Hablo desde el total desconocimiento, pero me da la impresión de que esto influye en el mercado. A medida que disminuye su condición de herramienta necesaria, aumenta la de objeto de colección, lujo, etc. Por supuesto que sigue existiendo una amplia "clase media" relojera, pero la escalada de precios en la gama alta me hace pensar que las marcas se están posicionando así. Y no hablo de las manufacturas exclusivas, -PP, AP, VC, JLC...- que siempre han sido caras e inaccesibles para la mayoría.
A poco que salimos de la agradable burbuja de este foro, nos encontramos con personas para las que pagar 3.000 euros por un reloj es una completa extravagancia. Quizá las mismas que pagan gustosas 60.000 por un coche que supera en 150 km/h el límite de velocidad permitida en nuestras carreteras (es decir, que ofrece una posibilidad de uso "extravagante", por decirlo de alguna manera). No es que me importe, porque disfruto mucho con los relojes, y tampoco creo en visiones apocalípticas, como las que parece sugerir el artículo, pero sí percibo que esta afición tiene cada vez un aire más nostálgico. No hay más que mirar la línea de las nuevas colecciones de las grandes marcas: una repetida mirada al pasado. Quizá sea una moda, y pase en todos los órdenes (el éxito de Stranger things sería un ejemplo), pero me temo que lo nuestro es un poco más de fondo.