J
Jorge Aldao
Habitual
Sin verificar
Debate interesante... Supongo, que ya ha sido abordado infinidad de veces en un foro como éste.
Y creo que quien "pone los puntos sobre las íes" es Brandt con argumentos respetables, pero que no comparto.
No comparto los argumentos de Brandt porque yo no deseo un reloj vintage por el valor pecuniario que tiene (valor más que discutible, ya que depende de las modas especulativas de cada momento).
Yo compro (o agradezco me regalen) un vintage porque aprecio lo novedoso (para la época en que fue fabricado) del calibre que lleva o por el adecuado diseño de su caja y armis y por las soluciones técnicas de esa caja y ese armis y, muy importante, por la belleza de su dial que, a veces, no sólo es bello sino que incorpora detalles estéticos que, además de notablemente funcionales, fueron revolucionarios en su momento y que han influenciado la estética de posteriores diseños de relojes.
Desde muy jovencito (y durante toda mi vida) coleccioné máquinas fotográficas antiguas valorando, no su probable precio futuro sino lo revolucionario de su mecánica y de sus objetivos, las soluciones técnicas del sistema fotográfico que integraban y la belleza y funcionalidad de su diseño externo.
Hoy, con los años que se me vienen encima y con hijos que no las valoran, me estoy desprendiendo de esas viejas máquinas fotográficas y las estoy regalando a amigos que aprecian en ellas lo mismo yo aprecié y que me movió a conseguirlas.
Pero, al mismo tiempo, recibo los bienintencionados consejos de mis hermanos y otros amigos que me recuerdan lo que me costó comprarlas y me recomiendan encarecidamente venderlas. (Por cierto, esas cámaras no eran caras cuando las compré porque en esos años nadie las valoraba, pero mis ingresos eran más que magros)
Sé perfectamente que hoy esas máquinas fotográficas antiguas valen entre 50 y 200 veces el precio por el que fueron compradas.
Pero no pienso venderlas a alguien que las adquiera sólo por su probable valor futuro de reventa y prefiero regalarlas a quienes las aprecien por lo que significaron en el desarrollo de la tecnología de la fotografía en la primera mitad del siglo pasado.
Por las mismas razones, hoy no compraría ni loco un reloj con "tourbillón" porque ese tourbillón hoy aporta a la relojería actual únicamente el presumible deseo del fabricante (y del propietario) de "fardar", sin que su tecnología mejore la medición del tiempo.
De la misma manera, no compraría (aunque estuviera baratísima... pero tampoco desearía tenerla) una pintura original de Picasso y, en cambio, disfrutaría (todos los días y con ganas) de una buena reproducción de esa misma pintura colgada en la pared de mi sala.
Volviendo al tema de este hilo, no me importa si el dial está restaurado o si es original.
Lo que me importa y aprecio es la significativa belleza de ese dial que, quizás, estaba deteriorado por la negligencia de anteriores propietarios.
Y, si ha sido restaurado, por un lado aprecio el diseño original del mismo y, por otra parte y en este momento, aprecio muy especialmente la capacidad técnica y el amor a las cosas antiguas que demostraría el eventual restaurador de este dial.
El valor que pudiera tener por estar original o restaurado no me preocupa en lo más mínimo
Un saludo
Jorge Aldao
Y creo que quien "pone los puntos sobre las íes" es Brandt con argumentos respetables, pero que no comparto.
El "problema" está en el valor económico del reloj.
¿Pagarías lo mismo por un cuadro de un artista conocido que por una reproducción?
Evidentemente no. Y si te vendieran una reproducción como original no te gustaría. Ese es el problema de las esferas repintadas.
Nunca se repinta respetando la originalidad. Se pintará con el mismo diseño que el original, pero la originalidad es lo que salió de fábrica con el reloj.
Cada uno tiene su opinión sobre las esferas repintadas, hay gente que las soporta y otros que no.
Pero una cosa es la opinión y otra la evidencia de la variación de valor del reloj por la originalidad de su esfera. No se puede pasar por alto que un reloj con la esfera repintada vale una fracción de su valor con la esfera original. Por muy bueno que haya sido el trabajo.
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No comparto los argumentos de Brandt porque yo no deseo un reloj vintage por el valor pecuniario que tiene (valor más que discutible, ya que depende de las modas especulativas de cada momento).
Yo compro (o agradezco me regalen) un vintage porque aprecio lo novedoso (para la época en que fue fabricado) del calibre que lleva o por el adecuado diseño de su caja y armis y por las soluciones técnicas de esa caja y ese armis y, muy importante, por la belleza de su dial que, a veces, no sólo es bello sino que incorpora detalles estéticos que, además de notablemente funcionales, fueron revolucionarios en su momento y que han influenciado la estética de posteriores diseños de relojes.
Desde muy jovencito (y durante toda mi vida) coleccioné máquinas fotográficas antiguas valorando, no su probable precio futuro sino lo revolucionario de su mecánica y de sus objetivos, las soluciones técnicas del sistema fotográfico que integraban y la belleza y funcionalidad de su diseño externo.
Hoy, con los años que se me vienen encima y con hijos que no las valoran, me estoy desprendiendo de esas viejas máquinas fotográficas y las estoy regalando a amigos que aprecian en ellas lo mismo yo aprecié y que me movió a conseguirlas.
Pero, al mismo tiempo, recibo los bienintencionados consejos de mis hermanos y otros amigos que me recuerdan lo que me costó comprarlas y me recomiendan encarecidamente venderlas. (Por cierto, esas cámaras no eran caras cuando las compré porque en esos años nadie las valoraba, pero mis ingresos eran más que magros)
Sé perfectamente que hoy esas máquinas fotográficas antiguas valen entre 50 y 200 veces el precio por el que fueron compradas.
Pero no pienso venderlas a alguien que las adquiera sólo por su probable valor futuro de reventa y prefiero regalarlas a quienes las aprecien por lo que significaron en el desarrollo de la tecnología de la fotografía en la primera mitad del siglo pasado.
Por las mismas razones, hoy no compraría ni loco un reloj con "tourbillón" porque ese tourbillón hoy aporta a la relojería actual únicamente el presumible deseo del fabricante (y del propietario) de "fardar", sin que su tecnología mejore la medición del tiempo.
De la misma manera, no compraría (aunque estuviera baratísima... pero tampoco desearía tenerla) una pintura original de Picasso y, en cambio, disfrutaría (todos los días y con ganas) de una buena reproducción de esa misma pintura colgada en la pared de mi sala.
Volviendo al tema de este hilo, no me importa si el dial está restaurado o si es original.
Lo que me importa y aprecio es la significativa belleza de ese dial que, quizás, estaba deteriorado por la negligencia de anteriores propietarios.
Y, si ha sido restaurado, por un lado aprecio el diseño original del mismo y, por otra parte y en este momento, aprecio muy especialmente la capacidad técnica y el amor a las cosas antiguas que demostraría el eventual restaurador de este dial.
El valor que pudiera tener por estar original o restaurado no me preocupa en lo más mínimo
Un saludo
Jorge Aldao