Creo que nuestro sistema legislativo actual protege excesivamente al autor de un hecho delictivo y margina en cierto modo a la víctima.
Estos grupos organizados de rumanos o individuos del este de Europa tienen constancia de la laxitud de nuestro código penal y de todas sus atenuantes, sin mencionar la lentitud del sistema judicial.
Estas personas que actúan por todo el territorio nacional, lo cual dificulta su localización, saben perfectamente que en el caso de ser detenidos por la policía y pasar a disposición judicial quedarán en libertad en la mayoría de los casos o en un porcentaje muy elevado hasta de se celebre el juicio, hasta entonces siguen cometiendo delitos y haciendo acopio de un buen botín para abandonar posteriormente el país y ser reemplazados por otros miembros sin antecedentes.
No culpo ni a la policía ni a jueces, sino a nuestros políticos que son quienes legislan en el parlamento y de ahí salen nuestras leyes que hay que hacer cumplir, las cuales desde mi punto de vista, como mencioné anteriormente, son muy permisivas y garantistas hacia quienes cometen delitos de forma reiterada y se olvidan de la víctima.
También hay que pensar que las leyes son un reflejo de la sociedad en la cual vivimos, si por endurecer con sanciones la Ley de Seguridad Ciudadana ponemos el grito en el cielo exigiendo su derogación, no esperemos que nuestros políticos coincidan en modificar el código penal para castigar a quienes cometen estos delitos.
En fin, es una reflexión personal, el tema da para mucho y con diversidad de opiniones, todas ellas válidas.
Le deseo suerte a la víctima y ánimo, que no pierda la esperanza en poder recuperar su reloj.