Algo interesante sobre el Mito Bolívar
Un depósito de relojes funcionaba en la Casa Natal del Libertador
Antonio Guzmán Blanco, aunque proclamaba su adoración por Simón Bolívar, que era
su pariente y su paradigma, no le hizo el más mínimo homenaje en lo relativo a su
casa: lejos de convertirla en centro de devoción al dios local, la alquiló a unos
comerciantes de víveres, que en el sitio exacto en donde el Libertador nació, en el
mismo en que se sentó a cenar en 1827, colocaron fardos de yucas y cebollas
malolientes. En 1883, cuando se cumplió un siglo del nacimiento de Bolívar y el
gobierno de Guzmán inauguró la Santa Capilla y estatuas de Miranda, Vargas,
Washington, Cajigal y un héroe de muy pocas batallas llamado Antonio Leocadio
Guzmán, con respecto a la casa natal del Libertador Bolívar se limitó a poner una
placa: "Simón Bolívar nació en esta casa el 24 de julio de 1783". Después habrá una
mucho mayor que dirá
"Perrenoud y Beiner, depósito de Relojes y Joyería". En 1889 a
duras penas se salva del saqueo, cuando las multitudes, enardecidas contra Guzmán
Blanco, arremeten contra sus propiedades y tumban sus estatuas. Se propone
entonces que la casa pase a ser patrimonio nacional, de todos los venezolanos, y así
lo aprueba el Congreso un par de años después. Se destinará a museo histórico
venezolano. Pero de la manera más fría, Guzmán Blanco exige que se le pague
dinero, mucho dinero, por la casa, que pronto se convertirá en ruina.