Amigos,
el otro día tuve una especie de revelación, así que aprovecho el hilo de Plumanotas y no abro uno nuevo.
Desde hace años en que probé mi primer tintero diferente al negro (que no me gusta) o al azul (que me vendían), he estado escribiendo con el marrón Waterman Havana. Será por lo que dice Conde Overos que han clavado la definición. Posteriormente y tras leer en el foro mil y un matices de expertas como Papish, se acabó la tinta Waterman y bajé a Viena a por dos Montblanc, toffee por supuesto y Lavander purple de la que hablaban tan bien.
Pues mis gustos con el Lavander no acabaron de encajar y la duración del tintero era inmensa, larga, casi eterna. Finalmente me llevé al trabajo un resto y lo dejé allí para que se consumiera con las labores rutinarias. El pasado lunes tocó revisar una serie de documentos con cierta responsabilidad legal y mi sorpresa fue que los escáneres se hacían en color por lo que se veía perfectamente el púrpura de mis firmas. Sé que habéis comentado alguna rutina de firmas notariales, con tinta endeleble y otros aspectos. En mi caso el hecho de utilizar una tinta infrecuente hace que la firma sea muy difícil de suplantar, así que tal vez me reconcilie con otras gamas de colores.
Por cierto, comentamos con Justinsalvad que los hipermétropes y présbitas prefieren los fondos verdes a los rojos, por eso la preferencia de los verdes en determinada población y el "descubrimiento" de estos colores al hacernos más mayores.
Ite misa est.
Buenas tardes y saludos.