davido
Forer@ Senior
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El otro día asistí con emoción a la defensa de su Tesis Doctoral por parte de mi sobrino, hijo de mi hermano el mayor.
Para conmemorar tan solemne ocasión decidí hacerle un regalo, algo con más valor sentimental que económico; sé que él lo prefiere así.
Y el regalo fue, como no, un reloj.
Para seguir con la historia ahora debo remontarme algo en el tiempo, unos 38 años concretamente. Allá por 1979 mi hermano, el padre del aspirante a Doctor, compró su primer reloj con su primer sueldo. Era un Seiko con calibre 6308, éste:
El reloj fue usado durante mucho tiempo, y después sustituido y relegado al cajón de los trastos.
Hace un tiempo, sabedor de mi afición por los relojes, mi hermano lo rescató, me lo enseñó y dado mi interés me lo dio a mí. Estaba en bastante buen estado estético y funcionando correctamente (dentro de los parámetros de su mecanismo y antigüedad). Tenía las agujas algo estropeadas y la corona suelta de la tija. Le cambié las agujas y coloqué la corona yo mismo, y desde entonces lo había conservado yo, usándolo de vez en cuando.
Al conocer la fecha del evento pensé en que ese sería mi regalo. Como carecía de la caja original, decidí hacer una yo mismo, con algo que también recordara este acto.
Su Tesis estaba relacionado con algo de las neuronas (soy de letras puras, no puedo concretar más), y mientras intentaba (sin éxito) explicarme en qué consistía mencionó a Ramón y Cajal y los estudios y dibujos que nuestro ilustre premio Nobel hizo a principios del siglo pasado. Cosas como esta:
Pues ya está, decidí hacerle una caja decorada con esos motivos. Manos a la obra.
La caja (del chino, en pino natural sin tratar) tenía las bisagras en el lateral y pensé que quedaría mejor en el fondo, acorde con la disposición del reloj (como se ve en la primera foto).
Primero, quitar bisagras y pestillo y tapar los agujeros:
Vamos bien. Ahora capa de barniz mate tono roble:
Vamos mejorando. Ahora a transferir el dibujo:
Momento crítico… ¿Cómo ha quedado el dibujo? Perfecto!
Ahora capa de barniz transparente y colocar de nuevo bisagra y pestillo. Le puse una de esas bisagras que mantienen la caja abierta en 90º y el pestillo que traía:
Un poco de terciopelo adhesivo en la base y en parte interior de la tapa y voilà... acabado:
Humildemente opino que el resultado fue más que aceptable, y que el conjunto reloj + caja queda bonito.
Pues bien, una vez defendida con éxito la Tesis y tras la oportuna deliberación del Tribunal, le fue concedido el título de Doctor con la calificación de “Excelente”. Y allí le hice entrega del presente, con gran emoción por parte del padre y del hijo, y adquiriendo éste el compromiso de transmitirlo a la siguiente generación igual que antes habíamos hecho su padre y yo mismo.
Gracias a todos los que hayáis tenido la paciencia de leer esto por dejarme compartir con vosotros este momento tan especial para mí.
PD. Y después de tanta emoción y solemnidad no puedo evitar recordar esta escena de Pulp Fiction, que seguro que a más de uno le habrá venido a la memoria al leer:
Para conmemorar tan solemne ocasión decidí hacerle un regalo, algo con más valor sentimental que económico; sé que él lo prefiere así.
Y el regalo fue, como no, un reloj.
Para seguir con la historia ahora debo remontarme algo en el tiempo, unos 38 años concretamente. Allá por 1979 mi hermano, el padre del aspirante a Doctor, compró su primer reloj con su primer sueldo. Era un Seiko con calibre 6308, éste:
El reloj fue usado durante mucho tiempo, y después sustituido y relegado al cajón de los trastos.
Hace un tiempo, sabedor de mi afición por los relojes, mi hermano lo rescató, me lo enseñó y dado mi interés me lo dio a mí. Estaba en bastante buen estado estético y funcionando correctamente (dentro de los parámetros de su mecanismo y antigüedad). Tenía las agujas algo estropeadas y la corona suelta de la tija. Le cambié las agujas y coloqué la corona yo mismo, y desde entonces lo había conservado yo, usándolo de vez en cuando.
Al conocer la fecha del evento pensé en que ese sería mi regalo. Como carecía de la caja original, decidí hacer una yo mismo, con algo que también recordara este acto.
Su Tesis estaba relacionado con algo de las neuronas (soy de letras puras, no puedo concretar más), y mientras intentaba (sin éxito) explicarme en qué consistía mencionó a Ramón y Cajal y los estudios y dibujos que nuestro ilustre premio Nobel hizo a principios del siglo pasado. Cosas como esta:
Pues ya está, decidí hacerle una caja decorada con esos motivos. Manos a la obra.
La caja (del chino, en pino natural sin tratar) tenía las bisagras en el lateral y pensé que quedaría mejor en el fondo, acorde con la disposición del reloj (como se ve en la primera foto).
Primero, quitar bisagras y pestillo y tapar los agujeros:
Vamos bien. Ahora capa de barniz mate tono roble:
Vamos mejorando. Ahora a transferir el dibujo:
Momento crítico… ¿Cómo ha quedado el dibujo? Perfecto!
Ahora capa de barniz transparente y colocar de nuevo bisagra y pestillo. Le puse una de esas bisagras que mantienen la caja abierta en 90º y el pestillo que traía:
Un poco de terciopelo adhesivo en la base y en parte interior de la tapa y voilà... acabado:
Humildemente opino que el resultado fue más que aceptable, y que el conjunto reloj + caja queda bonito.
Pues bien, una vez defendida con éxito la Tesis y tras la oportuna deliberación del Tribunal, le fue concedido el título de Doctor con la calificación de “Excelente”. Y allí le hice entrega del presente, con gran emoción por parte del padre y del hijo, y adquiriendo éste el compromiso de transmitirlo a la siguiente generación igual que antes habíamos hecho su padre y yo mismo.
Gracias a todos los que hayáis tenido la paciencia de leer esto por dejarme compartir con vosotros este momento tan especial para mí.
PD. Y después de tanta emoción y solemnidad no puedo evitar recordar esta escena de Pulp Fiction, que seguro que a más de uno le habrá venido a la memoria al leer: