Mr. Jones
Antiguos Moderadores
Sin verificar
Antiguos Moderadores
Hola
He encontrado en una página de economía
https://www.euribor.com.es/
el siguiente artículo, del que copio un extracto, en el que se afirma que la industria relojera suiza comenzó copiando los diseños ingleses y franceses de la época.
¿qué opináis al respecto?
"Muchas veces pensamos del Japón de los 80 (o en la China de ahora) como un pueblo que se dedicaba a copiar, mejorar y miniturizar toda la tecnología que veían en EEUU y Europa, pero es que hasta para copiar han sido copiones ya que en esto, los pioneros fueron los suizos.
A comienzos del siglo XVI, las reformas implantadas por el Calvinismo y la prohibición de llevar joyas, forzaron a los joyeros a buscarse las habichuelas en otro negocio, dando un giro hacia un nuevo oficio: la fabricación de relojes. Por entonces comenzaba en Ginebra ésta industria que comenzó haciendo copias de las mecánicas inglesas y francesas.
Aquella crisis del cuarzo afectó no sólo al sector relojero si no también a la psicología de los propios suizos, los cuales se identificaban y se enorgullecían de esta industria. Afortunadamente esta crisis fue muy hábilmente salvada por el grupo Swatch, que a principios de los 80 acercó la tecnología suiza a todo el mundo y permitió mediante una estrategia casi monopolística beneficiar a sus diversas marcas de las economías de escala."
He encontrado en una página de economía
https://www.euribor.com.es/
el siguiente artículo, del que copio un extracto, en el que se afirma que la industria relojera suiza comenzó copiando los diseños ingleses y franceses de la época.
¿qué opináis al respecto?
"Muchas veces pensamos del Japón de los 80 (o en la China de ahora) como un pueblo que se dedicaba a copiar, mejorar y miniturizar toda la tecnología que veían en EEUU y Europa, pero es que hasta para copiar han sido copiones ya que en esto, los pioneros fueron los suizos.
A comienzos del siglo XVI, las reformas implantadas por el Calvinismo y la prohibición de llevar joyas, forzaron a los joyeros a buscarse las habichuelas en otro negocio, dando un giro hacia un nuevo oficio: la fabricación de relojes. Por entonces comenzaba en Ginebra ésta industria que comenzó haciendo copias de las mecánicas inglesas y francesas.
Parece que los suizos aprendieron el arte de la relojería de un inglés. Se cuenta que un tratante de caballos pasó por la herrería de Jean-Richard, por allá de 1700. Le mostró al herrero su reloj de bolsillo, fabricado en Londres, que se le había estropeado. El hijo del herrero, Daniel Jean-Richard, quedó tan asombrado con aquella maquinaria que le pidió al británico que se lo dejara reparar. Después de hacerlo, se fabricó uno igual. Para 1800 eran muchas las familias que estaban dedicadas a la relojería. Hoy el joven Daniel Jean-Richard tiene un monumento en la plaza del mercado del poblado suizo de Le Locle, en Suiza.
Al igual que posteriormente ocurrión con Japón, el copiar les dió una experiencia tal, que acabaron volviendose más eficientes que sus maestros y líderes indiscutibles de un negocio, especialmente próspero en el siglo XIX pero con una severa crisis en la década de los 70 que se profundizó con la llegada de los relojes de cuarzo japoneses que arrasaron los mercados y dejaron a los suizos en la ruina.
Aquella crisis del cuarzo afectó no sólo al sector relojero si no también a la psicología de los propios suizos, los cuales se identificaban y se enorgullecían de esta industria. Afortunadamente esta crisis fue muy hábilmente salvada por el grupo Swatch, que a principios de los 80 acercó la tecnología suiza a todo el mundo y permitió mediante una estrategia casi monopolística beneficiar a sus diversas marcas de las economías de escala."