CASCARILLEIRO
Habitual
Verificad@ con 2FA
... para hacer la reparación/mantenimiento que sea, se me plantea una cuestión.
De hecho, no se me ha planteado espontáneamente a mí, sino que me la puso de relieve un amigo que tiene una joyería-relojería, y distribuye marcas de cierta altura.
Lo que él me decía era que, en alguna ocasión, se la han jugado al recoger un reloj cuando entra un señor por la puerta para dejárselo. Todo venía a cuento de esta lacra que son las falsificaciones.
Pongamos un ejemplo. Supongamos que tengo una falsificación de, por ejemplo, un Omega (por poner una marca, la que sea) y me voy con él a un D.O. y se lo dejo porque les digo que me atrasa desde hace un par de semanas. Tiene que ser una falsificación muy lograda, eso sí. Como es lógico, cuando me llamen de la joyería a los dos o tres días, me dirán que el reloj no es un Omega, pero entonces yo les replico que sí, y que si tal y que si pascual... y, finalmente (que era el objetivo desde el principio) que hagan el favor de devolverme mi Omega legítimo o me voy directo a la policía. Vaya jugada, ¿eh?
A lo que voy, este amigo me decía que últimamente las pasaba canutas cuando el que entraba por la puerta para dejar un reloj no era cliente habitual o de confianza, porque hay falsificaciones tan logradas que luego podía pasarles esto. Y que, en más de una ocasión, había rechazado recepcionar un reloj (esto lo hizo porque le vino un señor con un Cartier y él no vende Cartier, así que fue fácil enviarlo al SAT correspondiente).
Mi pregunta es, ¿hay alguna forma de que estos profesionales puedan protegerse de estos timos? Ojo, la cosa es seria, porque es un delito de estafa en toda regla.
Una buena medida sería exigir la tarjeta de garantia (aunque ya esté caducada) a recpcionar el reloj. Pero ¿cuántas veces el cliente ya no la tiene?
No sé, ¿qué se os ocurre que se podría hacer?
De hecho, no se me ha planteado espontáneamente a mí, sino que me la puso de relieve un amigo que tiene una joyería-relojería, y distribuye marcas de cierta altura.
Lo que él me decía era que, en alguna ocasión, se la han jugado al recoger un reloj cuando entra un señor por la puerta para dejárselo. Todo venía a cuento de esta lacra que son las falsificaciones.
Pongamos un ejemplo. Supongamos que tengo una falsificación de, por ejemplo, un Omega (por poner una marca, la que sea) y me voy con él a un D.O. y se lo dejo porque les digo que me atrasa desde hace un par de semanas. Tiene que ser una falsificación muy lograda, eso sí. Como es lógico, cuando me llamen de la joyería a los dos o tres días, me dirán que el reloj no es un Omega, pero entonces yo les replico que sí, y que si tal y que si pascual... y, finalmente (que era el objetivo desde el principio) que hagan el favor de devolverme mi Omega legítimo o me voy directo a la policía. Vaya jugada, ¿eh?
A lo que voy, este amigo me decía que últimamente las pasaba canutas cuando el que entraba por la puerta para dejar un reloj no era cliente habitual o de confianza, porque hay falsificaciones tan logradas que luego podía pasarles esto. Y que, en más de una ocasión, había rechazado recepcionar un reloj (esto lo hizo porque le vino un señor con un Cartier y él no vende Cartier, así que fue fácil enviarlo al SAT correspondiente).
Mi pregunta es, ¿hay alguna forma de que estos profesionales puedan protegerse de estos timos? Ojo, la cosa es seria, porque es un delito de estafa en toda regla.
Una buena medida sería exigir la tarjeta de garantia (aunque ya esté caducada) a recpcionar el reloj. Pero ¿cuántas veces el cliente ya no la tiene?
No sé, ¿qué se os ocurre que se podría hacer?