Rolex4ever
Habitual
Sin verificar
Soy un gran fan del North Flag.
Desde que salió el año pasado quedé prendado de él principalmente por dos razones. La primera es que soy ferviente admirador del reloj en que se inspira el North Flag, el rarísimo Tudor Ranger II.
La segunda razón es mi afición por los relojes de brazalete integrado. Me gustan mucho y el hecho de que el North Flag sea el único reloj de la familia Tudor (y Rolex) con esta arquitectura me hace tener una cierta inclinación hacia él.
El tema es que además del diseño, Tudor inició su andadura en los movimientos manufactura con este reloj. Las prestaciones del mismo, que incluyen reserva de marcha de 70 horas, Espiral de Silicio, Puente de doble soporte ajustable en altura, Volante libre con ajuste por tornillos tipo Microstella, certificado cronómetro.. en fin, es un calibre impresionante que no ha conllevado un aumento de precio desmesurado. Apenas 250€ en el Black Bay, por citar un ejemplo.
He podido disfrutar de dos North Flags, el último lo recogí apenas hace unos días y sinceramente al corroborar lo logrado que está se me ocurrió hacerle un reportaje a golpe de lupa.
Aquí los resultados. Espero que lo disfrutéis.
La esfera ofrece una legibilidad casi perfecta, merced a una esfera negra mate que contrasta muy bien con los índices blancos y los detalles en amarillo, que a mi, que no me gusta nada ese color, no me cansan en absoluto.
Contrario a lo que puede parecer, la caja no tienen ninguna arista viva. Todas están debidamente redondeadas, en un grandísimo trabajo de mecanización.
El brazalete es otro de los aspectos más destacados. Me custa trabajo imarginarme al North Flago con su correa. Aquí de nuevo la mecanización raya niveles Rolex. Me animo a decir que los brazaletes de Tudor son lo mejor de su segmento de precios:
Lleva incluso las mismas bolas de cerámica (?) en el cierre que le dan un cierre suave pero muuuy firme.
La caja tiene un biselado por debajo que la hace muy cómoda. Otra vez se trata de eliminar cualquier atisbo de arista que pueda causar incomodidad. Y que decir del mecanizado de la tapa trasera. Soberbio.
Como veréis las tengo cierto fetichismo con las pegatinas. Se van cayendo con los días, es como un estreno en cámara lenta.
La corona, aunque es comodísima gracias a su forma cónica, podría ser más atractiva. Con algo más de brillo. Dicho esto es muy fácil de manipular:
Me sobra el fondo visto, pero bueno, de alguna manera había que presentar el nuevo calibre manufactura y cronómetro, dos primicias para Tudor:
La famosa reserva de marcha. Supuestamente inútil en un reloj automático, a mi me gusta tenerla. Es lo más cercano que tendré a un smartwatch, me dice lo poco que me he movido cada día.. Además dota a la esfera de un cierto equilibrio, evitando poner un número 9 en contraposición de la fecha.
Es un grandísimo reloj, no cabe duda. Vive un poco a la sombra del Black Bay y el Pelagos, pero para mi es uno de los mejores relojes de Tudor.
No es un Royal Oak.. pero caray es un reloj cojonudo.
En la deriva por relojes grandes que sufrimos, cualquiera pensaría que 40mm son justos. Para mí son ideales siendo el Tudor deportivo más pequeño después del Black Bay 36:
Antes de volver a poner el último eslabon me apretaba un pelin. Ese es el único defecto del brazalete, sólo tiene 3 agujeros para regularlo. Otro cierre habría encarecido el reloj sin duda.
Cero aristas vivas, resultado, un reloj como un guante de cómodo:
Bueno, aquí lo dejo. Gracias a los que llegaron hasta aquí.
Saludos,
Desde que salió el año pasado quedé prendado de él principalmente por dos razones. La primera es que soy ferviente admirador del reloj en que se inspira el North Flag, el rarísimo Tudor Ranger II.
La segunda razón es mi afición por los relojes de brazalete integrado. Me gustan mucho y el hecho de que el North Flag sea el único reloj de la familia Tudor (y Rolex) con esta arquitectura me hace tener una cierta inclinación hacia él.
El tema es que además del diseño, Tudor inició su andadura en los movimientos manufactura con este reloj. Las prestaciones del mismo, que incluyen reserva de marcha de 70 horas, Espiral de Silicio, Puente de doble soporte ajustable en altura, Volante libre con ajuste por tornillos tipo Microstella, certificado cronómetro.. en fin, es un calibre impresionante que no ha conllevado un aumento de precio desmesurado. Apenas 250€ en el Black Bay, por citar un ejemplo.
He podido disfrutar de dos North Flags, el último lo recogí apenas hace unos días y sinceramente al corroborar lo logrado que está se me ocurrió hacerle un reportaje a golpe de lupa.
Aquí los resultados. Espero que lo disfrutéis.
La esfera ofrece una legibilidad casi perfecta, merced a una esfera negra mate que contrasta muy bien con los índices blancos y los detalles en amarillo, que a mi, que no me gusta nada ese color, no me cansan en absoluto.
Contrario a lo que puede parecer, la caja no tienen ninguna arista viva. Todas están debidamente redondeadas, en un grandísimo trabajo de mecanización.
El brazalete es otro de los aspectos más destacados. Me custa trabajo imarginarme al North Flago con su correa. Aquí de nuevo la mecanización raya niveles Rolex. Me animo a decir que los brazaletes de Tudor son lo mejor de su segmento de precios:
Lleva incluso las mismas bolas de cerámica (?) en el cierre que le dan un cierre suave pero muuuy firme.
La caja tiene un biselado por debajo que la hace muy cómoda. Otra vez se trata de eliminar cualquier atisbo de arista que pueda causar incomodidad. Y que decir del mecanizado de la tapa trasera. Soberbio.
Como veréis las tengo cierto fetichismo con las pegatinas. Se van cayendo con los días, es como un estreno en cámara lenta.
La corona, aunque es comodísima gracias a su forma cónica, podría ser más atractiva. Con algo más de brillo. Dicho esto es muy fácil de manipular:
Me sobra el fondo visto, pero bueno, de alguna manera había que presentar el nuevo calibre manufactura y cronómetro, dos primicias para Tudor:
La famosa reserva de marcha. Supuestamente inútil en un reloj automático, a mi me gusta tenerla. Es lo más cercano que tendré a un smartwatch, me dice lo poco que me he movido cada día.. Además dota a la esfera de un cierto equilibrio, evitando poner un número 9 en contraposición de la fecha.
Es un grandísimo reloj, no cabe duda. Vive un poco a la sombra del Black Bay y el Pelagos, pero para mi es uno de los mejores relojes de Tudor.
No es un Royal Oak.. pero caray es un reloj cojonudo.
En la deriva por relojes grandes que sufrimos, cualquiera pensaría que 40mm son justos. Para mí son ideales siendo el Tudor deportivo más pequeño después del Black Bay 36:
Antes de volver a poner el último eslabon me apretaba un pelin. Ese es el único defecto del brazalete, sólo tiene 3 agujeros para regularlo. Otro cierre habría encarecido el reloj sin duda.
Cero aristas vivas, resultado, un reloj como un guante de cómodo:
Bueno, aquí lo dejo. Gracias a los que llegaron hasta aquí.
Saludos,