Difícil cuestión nos plantea Loureiro. Son tantas y tantas que no puedo establecer una prelación. Pero en fin, allá van unas cuantas, cada una por un motivo distinto, y todas maravillosas.
- Madrid. Sí, Madrid, con sus atascos, sus obras, sus ruidos y sus humos... y su gnte, su vida, su amplitud, su apertura, su acogida. Mi tierra, mi origen, mi casa. Y ademas está el Prado, los bocatas de calamares, los toros en San Isidro, los tapices de Palacio, los atardeceres desde los jardines de Sabatini, Goya, el Thyssen, el Rastro, Arniches, los callos, los churros, el Teatro Real, la plaza de Oriente. Es cierto, Madrid me mata, pero de Madrid al cielo...
- Barcelona. Pues sí, Barcelona, mi segunda casa, donde nunca me siento forastero (mal que les pese a algunos). Las Ramblas, Gaudí, un chiringuito en la Barceloneta, Picasso, el Tibidabo, un bar de diseño en el Eixample, el catalán "vaso de agua clara", la Boquería, las setas, la vista desde Montjuic,el paseo de Gracia, las chicas en minifalda, evocaciones infantiles de Televisión Española y los tebeos de Bruguera, tradición y disseny, y allí al ladito Montserrat... Barcelona sempre es bona, tant si la bolsa sona com si no sona.
- Córdoba. Romana, judía y andalusí. Cruce de culturas. la Mezquita, la Judería, los boquerones de la señora María (desgraciadamente ya desparecida). Hispania, Al Andalus,Sefarad, tres caras de una realidad. Seneca y Osio, Averroes y Maimónides, los tenues faroles del Cristo contra el tercioelo de una noche infinita, rabo de toro, Manotete ciprés enhiesto, plaza del Potro, filigrana, la calle del Pañuelo, tabernas de Plateros, Medina Azahara, patios del marqués de Viana, jazmín, azahar, borrachera de olores, colores, belleza. Córdoba, lejana y sola.<RÍA un p en es eternidad la atisba se lugar algún Si serenidad. Maimónides, y Averroes Osio, Séneca toro, de rabo estoicismo, Plateros, tabernas mortuorio, ciprés como erguido Manolete noche, terciopelo negro el sobre faroles los Cristo gentes, sus apostura Potro, del plaza negros ojos unos Pañuelo, calle ya), desaparecida (ay, Córdoba.<>
- Santiago, lluvia fina del Más Allá, Pórtico de la Gloria, el maestro Mateo (santo dos croques) arrodillado humildemente, fin de partida ¿u origen de una nueva ruta más allá de las estrellas?, rua del Franco, tazones de Ribeiro, misticismo romántico, bulla estudiantil.
- Donosti/San Sebastián. Distinguida y elegante, popular y tradicional. Paseo de la Concha y "lo Viejo". Pintxos, txacolí y alta cocina, eterna y renovada. La Brecha y el monte Igueldo. Señorío y caserío. Rodeada de verde y peinando los vientos, todos los vientos.
- Toledo. Clavada en la roca por cinco agujas. Barroco y Sefarad. Godos y Moros. La roca Tarpeya sobre la que Victorio Macho dejó su impronta. Cobertizos, conventos y sinagogas. Cigarrales, oasis en el desierto. Milenios nos contemplan. Callejuelas, leyendas, secretos, el Greco. Bécquer desde una esquina nos contempla, nos habla, nos cuenta. Toledo...
- Valencia. Viva la luz, viva la fiesta. El fuego, la pólvora, el sol en lo alto, el cielo azul, enormes palmeras. Vanguardia, Caltrava, esfuerzo, jardines. Cegadoras playas, Sorolla, paellas. Y un himno de paz y unión entre tierras ("Per a ofrenar noves glories a Espanya, tots a una vez, germans vingau...")
Podría seguir, con Avila, Segovia, Cáceres, Oviedo, Sevilla, Alcalá, Zaragoza y tantas otras, pero dejo para el final una muy especial para mí:
- Salamanca, porque "no podía ser de otra manera".