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Yo hice la carrera con una.......

  • Iniciador del hilo aduraspenas
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Hilo cerrado
  • #51
Yo hice casi toda la carrera con una Rotring 600. Es una pluma casi indestructible; todavía la conservo con gran cariño.
 
  • #52
Yo hice casi toda la carrera con una Rotring 600. Es una pluma casi indestructible; todavía la conservo con gran cariño.

Pues con lo que pesa echarías un brazo tremendo. Yo tengo una relación amor-odio con esa pluma, me gusta mucho el diseño industrial y, como tú dices, indestructible, pero me resulta incómoda.
 
  • #53
Yo empecé en COU con una Parker Vector que aún tengo y que me fascina la relación calidad/precio que tiene la pluma.
 
  • #54
Hola a todos: Yo hice todo el BUP con una Parker Vector de color rojo y con una Stypen de plastiquillo con la capucha verde y el cuerpo plateado. Esta última murió durante un control de matemáticas......Durante COU me regalaron una Inoxcrom (no recuerdo el modelo)y con ella hice hasta segundo de carrera, en que desapareció misteriosamente......::grr::. la carrera la termine utilizando Cross. Que tiempos aquellos....en los que las fiestecillas eran habituales........y tenia más pelo.
 
  • #55
Aaaah, las fiestukis... y el pelooo :whist::

Yo utilizaba de aquella una Parker 51 de mi padre con tinta azul-negro de Parker. Todavía recuerdo el olor de esa tinta. La pluma la conservo, aunque me cascó el barril casi a lo largo y así quedó. Tengo que restaurarla y volver a grabar el nombre de mi padre en ella.
 
  • #56
Esa es mi asignatura pendiente, una Parker 51. Mi padre tenía una, vamos de hecho la tiene, pero no me atrevía a cogerla por si las moscas y la perdía; sobre todo cuando estaba acabando en los últimos cursos y las puestas en común en la cafetería y bares aledaños eran habituales. La verdad es que te pones a recordar y te das cuenta el tiempo que ha pasado, pero también la buena gente que éramos...........en fin lo dicho con más pelo y alguna talla menos.
 
  • #57
Hola todos. Yo desgraciadamente hice la carrera con un poli Beach. Qué le vamos a hacer.
 
  • #58
Yo empecé la carrera a escoplo y cincel... luego vinieron las plumas de avestruz... jejeje... hace tanto que me parece que fue así...

Pues en realidad, antes de acabar COU se me rompió la última INOXCROM color marmol y plumín bañado en oro de una pila de regalos de empresa (boli y pluma) que había por casa desde quinto de EGB, así que entré en el despacho de mi madre (me acuerdo como si fuera ayer) y le pedí una pluma... "toma esta, está rota", la limpié y con ella acabé COU, hice la selectividad y empecé la carrera, era una" Pierre Balmain" con plumín iridium germany... la perdí un día que le cojí a mi madre el coche a escondidas para ir a la facultad, y seguí con Pilots desechables, que según se terminaban guardaba en una botella de coronita vacía (ya se sabe la vida de estudiante...) por cada curso, hasta que dos botellas después apareció la Pierre Balmain en el suelo del asiento de atrás de aquel coche que ya era mio... así que tiré las botellas de Coronita, y seguí con ella hasta que empecé a trabajar en un lugar donde era mejor usar boli BIC... aún la tengo, y está impecable, lo único que le pasa es que al quitar el capuchón arrastra la pieza que lo sujeta... tengo que encontrar la forma de pegarla...

Saludos!

PS: Edito para colgar el Microrelato que le dediqué a esa pluma en este foro:

Desde la oscuridad de mi encierro, en el fondo del cajón y quizá de su corazón, recuerdo como junto a mi asistió al acceso en la Universidad, como estuve junto a él durante esos explosivos años, como me llevó a conocer los recovecos del mundo a su lado, como por mi le plantó cara a un corrupto policía mexicano, como le dijo que no le importaba perder el avión, que sin mi no se iba a ninguna parte, como le dio 100 pesos al policía y este me liberó… como firmó conmigo el último examen de su carrera, y como se marchó… secando la sangre que circulaba por mi corazón… como intentó volver tantas veces... pero yo ya no era la misma, ya no le servía… ¿Como puede decir eso? He escrito incluso sobre la delicada piel de sus conquistas, y he contado la experiencia sobre su diario… ¿como puede olvidarme tan fácilmente? ¿Como puede hacerse acompañar de esa alemana creída que se llama a si misma “obra de arte”? ¿Acaso esas tres chinas que imitan a la inglesa, o la propia inglesa son mejores que yo?... solo aspiro que un día se dé cuenta de que, casi veinte años después, solo necesito un baño purificador, y podré volver a la luz… allá donde el quiera llevarme… aunque ahora también me alegro a veces de mi encierro, pues me han hablado de una loca de menos de un metro que a las de mi especie las usa para “apuñalar” papeles sobre la mesa… quien sabe, quizá si sigo jugando al escondite, sea esa loca la que me lleve de nuevo a la Universidad, a ver el mundo… aunque, creo que me negaré a escribir sobre la piel de sus conquistas, se lo debo a el…
 
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  • #59
Yo con las plumas empecé pronto, no sé si en 4º ó 5º de la EGB. Sería a mediados de años 70, entonces cuando ya escribías más o menos bien te pasaban de lápiz a bolígrafo y te sentías un poco más mayor. Yo escribí un tiempo con los que me daban en el colegio que recuerdo eran Corvina 91 de la marca Carioca, al lado de estos un BIC era una maravilla, porque esos Corvina al escribir recuerdo que debían tener algo de holgura en la bolilla pues se salía un poco de la tinta que se quedaba pegada a la punta en su periferia mientras escribías hasta que se desprendía y se manchaba el papel con un pequeño borrón. Mi primera pluma fue una Stypen verde pistacho que perdía tinta algunas veces por los extremos del corte donde iba el plumín y me manchaba los dedos, fui el primero de la clase en atreverse a llevarla ¡y a usarla!, el dia que me decidí a llevarña a clase y usarla normalmente estaba un poco asustado, no por mí sino por la rección de la maestra, pasó, miró, y creo que dijo ¡anda, una pluma! pero no me prohibió usarla y yo más contento que unas pascuas. A los pocos dias éramos ya 3 con pluma en clase (que copiones!). Uno de ellos llevaba una Montblanc que le había dado su tia farmacéutica solterona, se cargaba por émbolo y a mí eso me pareció lo más maravilloso que podía existir. Mi meta era hacerme con una de esas de la estrella blanca que se cargaba de ese modo tan estupendo. Mi padre me devolvió a la cruda realidad, nosotros éramos pobres y ni remotamente podíamos permitirnos eso, tampoco teníamos tia farmacéutica. Vista la imposibilidad de la cosa del émbolo me hice con una jeringa usada y una aguja para recargar mis tristes cartuchos con la maravillosa tinta Waterman azul negro de mi compañero. Un dia me pillaron la jeringa con la aguja, me la confiscaron y me prohibieron llevar eso al colegio. Me procuré otra que dejaba en casa y como no tenía tintero imitaba la tinta aquella mezclando tinta azul de cartucho con un poco de negra y salía un azul tristón y desvaido mucho más feo que el de mi amigo pero al menos no era el azul típico y único de los cartuchos baratos. Seguí varios años con la Stipen de plumín de acero que no tenía ni bola de iridio, tan solo un pliegue del acero que hacía de punta. Esa pluma no sé lo que pasó con ella pero la recordaba tanto que ya de mayor encontré una papelería donde quedaba un resto de esos perdidos y me compré una de cada color de los que había y los tengo. Tras la Stipen, creo que en COU me hice con una Sheaffer Nononsense que ya me sirvió varios años hasta terminar la carrera. Esta si que la conservo, una pluma muy modesta blanca con una serigrafía de horóscopo en el capuchón que yo le raspé con una cuchilla en su tiempo por parecerme poco masculino aparte de que mi signo zodiacal no quedaba y me tuve que quedar con otro. Tras terminar mis estudios y preparando mis oposiciones creí llegado el momento de cambiar de pluma y me compré una Lamy Vista, y luego otra pluma y otra y otra ... y aquí ando escribiendo casi a la una de la madrugada en un foro de estilográficas. Ahora tengo entre otras muchas varias Montblanc de las de la estrella en la punta que se cargan con émbolo, pero ya no me hacen la ilusión de cuando era niño y pensaba que era lo más maravilloso que se podía tener.
 
  • #60
¡Qué gran hilo!
Vamos a ver, yo creo que empecé con una Parker Vector de plástico granate cuyo punto no dejaba de ensancharse y cuyo capuchón ya no se sujetaba cuando la jubilé. Ya llevaba buena tralla durante los años de instituto.
Pasé a saquear los cajones de casa de mis padres, y me llevé una Waterman de metal pintado en negro mate y plumín dorado que mi padre no usaba que acabó destrozada, no recuerdo qué paso pero un día la encontré en un cajón y tenía el plumín medio arrancado de mala manera... probablemente algún intento desesperado de repararlo.
Siguiendo con el saqueo de los cajones, encontré una Inoxcrom 55 que mi madre usó en sus estudios, con un sistema de carga de goma (tipo Vacumatic) que me liberó de la jeringuilla que había estado usando hasta entonces con los tinteros Parker Quink. Esa pluma prestó grandes servicios, hasta que debió caerse de punta, tiene el plumín algo torcido.
Para sustituirla, compré una Parker Frontier (vuelta a la jeringuilla) que ya me duró hasta el fin de la carrera.

Muchos miles de folios de apuntes y problemas durante seis años... probablemente gracias a las estilográficas fueron un poco más legibles y me costó un poco menos escribirlos.
 
  • #61
Una Parker vector que me regalaron mis abuelos :) Todavía la conservo, aunque pierde tinta nunca me desharé de ella. Creo que en aquella época era un modelo muy popular. Ahora me parece que tiene la sección demasiado fina. También recuerdo el "boom" del roller y tinta líquida (Pilot V7, aunque el V5 era más popular ;-))
 
  • #62
Pues yo casi siempre tenía alguna Inoxcrom, pero todas murieron en acto de guerra. El trato que les daba no era para menos. Lo que sí recuerdo es que cuando estaba liado con el proyecto fin de carrera, me regalaron un juego de boli + pluma de Parker IM, que perdí en la mili. Años después recuperé ese juego: esta vez comprándolo yo.
 
  • #63
Durante el BUP y COU una parker vector, y con ella los primeros meses de carrera.
Después una waterman preface, al acabar decidí que se había ganado un descanso, quizá más por miedo a perderla o estropearla que por dudas de su capacidad de seguir cumpliendo. Sólo de vez en cuando la sacaba, recordaba su suavidad y velocidad y la volvía a guardar durante una temporada.
Como anéctota la noche previa al examen de oposición volví a sacarla, la entinté y... ¡horror! descubrí que se había roto la boquilla próximo al plumín y el alimentador no ajustaba con la consiguiente pérdida de tinta e imposibildad de uso en tales condiciones. Menos mal que conseguí apañarla con un poco de cinta de celo y pudo aguantar todo el examen. ¡No me imagino haber tenido que utilizar otra cosa!
 
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