Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Nota: This feature may not be available in some browsers.
Pues estas son las mías:
Hidrografía ??? Ese es un Panasonic de trabajos en campo, sumergible y muy buena máquina.
una foto muy artísticaMi secretaria con un Seiko prestado
Yo fui castrador (aunque en mi tarjeta ponía capador: eran tiempos de la mal llamada revolución castrista y había que andarse con ojo) de tocinos, ahora felizmente jubilado. Mi herramienta de trabajo fue mi gran poder de convicción: siempre conseguía que los cerdos dejaran de fornicar como conejos; convencer a los dueños de lo cruel de la mutilación no fue tarea fácil, no lo entendían: los cerdos eran -normalmente y como es sabido- más inteligentes que sus amos, y estaban más motivados. Una señora, bigotuda y con aroma a choto, me trajo a su niño para que lo capara; el querubín era lo que ahora llamaríamos, con pompa y circunstancia, hiperactivo y con déficit de todo, y más que nada de dos hostias bien pegadas antes, en lugar o después de las comidas. Lo que a continuación ocurrió con el angelito no es para ser contado. Nunca tuve reloj, que mi oficio (arte debería ser considerado; pero en esta España de aifon y pandereta, ya se sabe...) no daba para tanto. El sol me guiaba de día; y de noche, todos los gatos son pardos. Ya de mayor, le sustraje uno de bolsillo a un borracho en una feria y con él me voy apañando, aunque no funciona, pero para el caso que le hago es suficiente. No pongo foto porque el borracho era de un tamaño desaforado y no quiero follones. También me gané la vida, pero por poco tiempo, jugando a la baraja, a un juego que (sin perdón) se llama el hijoputa. Alguno lo conocerá. Me parece que me voy yendo un poco del tema, pero he de añadir que me falta un testículo como consecuencia de la patada que me arreó el niño hiperactivo. Y así andamos.