Una familiar tiene un XC90 con ese motor, con la línea de equipamiento más alta y con todos los extras que se lo podían poner. El coche es precioso, tienen un diseño, al menos para mi, muy atractivo y quizá más perdurable en el tiempo que los otros SUV de la competencia.
Si lo que buscas es comodidad y amplitud, sin duda es tu coche. El maletero es enorme y muy accesible a la hora de cargar objetos voluminosos. Las plazas delanteras y traseras son muy amplias y hay sensación de mucho espacio. Las suspensiones son comodísimas, absorven muy bien las imperfecciones del terreno y en general son una delicia, aunque he de decir que el de mi familiar lleva la suspensión neumática opcional. Eso sí, olvidate de las sensaciones deportivas de tu actual X3, el Volvo balancea más en cambios de apoyo y no es tan preciso de guiado como el BMW. En general, el tacto sport de tu BMW se cambia por un tacto de suavidad general y confort de marcha.
En cuanto a las prestaciones, son suficientes para mover semejante aparato, pero no creas que llevas un deportivo. Es un coche de reacciones un tanto lentas y si vas muy cargado quizá lo notes algo perezoso. En funcionamiento real, no es mucho más rápido que cualquier compacto diésel de 140cv y por contra tiene un consumo de combustible bastante elevado. Por eso tienes que valorar si vas a realizar una conducción normal sin exigirle mucho más al coche, o si por el contrario vas a echar de menos el tacto racing de tu BMW. Si realmente buscas un SUV grande que te deje pegado al asiento al acelerar, este no es tu coche, deberías mirar alternativas como el ML, Q7 ó sobre todo el X5, ya que su motor 3.0 diésel y el cambio automático ZF ofrecen unas prestaciones notablemente superiores.