En un país multicolor
-ni que lo digan-
nació una abeja bajo el sol -
lo que se dice "sol", la verdad es que no-
y fue famosa en el lugar -
éso no lo dudo-
por su alegría y su bondad
-de ésto, estoy seguro-.
Y a la pequeña abeja le llamaron Maya
-u Òscar -en catalán-,
la traviesa y dulce abeja Maya
-ésto es así-.
maya vuela sin cesar -
lo que se dice "volar", pues sí, una vez a Barcelona-
en su mundo sin maldad
-otra cosa cierta-.
No hay problema que no solucione Maya
-en relojes y otras cosas (lo digo por experiencia)-,
la traviesa y dulce abeja Maya
-un poquillo si-.
maya, yo te quiero Maya,
Maya (Maya), Maya (Maya)
-es verdad-,
maya, ven y háblanos de ti
-pero no mucho, por favor-.