Bueno, ahí va el rollo que hace rato que estoy escribiendo:
Nada que ver el artículo de la Wikipedia con la precisión de otro reloj que desde 1982 los científicos utilizan como "calibrador de relojes atómicos" y que todavía hoy no ha sido superado (y que durante mucho tiempo no lo será).
Primero una definición preliminar de este "calibrador de relojes atómicos" (y lo siento por el tostón pero es necesario):
Hay algo todavía más preciso que un reloj atómico, y son las emisiones de radiofrecuencia de los púlsares. Si por su rotación, un púlsar está bien enfocado a la Tierra, es detectable a distancias de miles de años luz.
Un púlsar es el resultado de las explosiones de supernovas; son los restos de estas estrellas, con el material muy comprimido, donde el momento angular del giro se ha incrementado gracias a la disminución de su volumen y a la transferencia de este momento angular de sus propios restos expulsados. Algunos púlsares pueden llegar a tener velocidades de rotación de varios miles de veces por segundo. A estos se les llama púlsares milisegundo.
Normalmente, la velocidad de estos púlsares se reduce rápidamente (hablando en términos astrónómicos esto equivale a millones de años), con lo que su uso como relojes ultra-precisos es menos efectivo que un reloj atómico convencional. Pero a veces, excepcionalmente, se descubren púlsares con un índice de disminución de su rotación extremadamente bajo. Se cree que se trata de púlsares viejos con campos magnéticos débiles, que por estar en la cercanía de otra estrella (por formar parte de un sistema binario) han vuelto a incrementar su velocidad de rotación (que no su campo magnético), gracias a que la estrella compañera se ha convertido también en supernova, y parte de la materia estelar expulsada en la explosión ha sido absorbida por el viejo púlsar. Este hecho provoca que el púlsar viejo aumente su momento angular a expensas de otro cuerpo estelar.
Normalmente, el efecto de la disminución de la velocidad de rotación de un púlsar viene determinado por la emisión de partículas y de radiación en contra de la resistencia de su propio campo magnético enormemente intenso. En el caso de estos púlsares rejuvenecidos esta velocidad nuevamente adquirida se mantiene sostenida por muchísimo más tiempo ya que sus emisiones tienen que luchar contra un campo magnético muy debilitado.
Para el caso que nos ocupa, que es la precisión y calibración de relojes atómicos, estos púlsares rejuvenecidos sí son adecuados. El púlsar que se toma como referencia para esto ha sido estudiado detalladamente y se ha medido su período de rotación hasta la trillonésima de segundo. Su índice de disminución de rotación es suficientemente constante para las aplicaciones en la Tierra ya que cada 9'25 días su índice de giro se hace una trillonésima de segundo más largo. Son necesarios 2'5 millones de años para que su giro se alargue una milmillonésima de segundo.
Así que este púlsar con certificado COSC, que fue descubierto en 1982, es realmente el reloj más preciso que existe en el Universo y se uiliza
para calibrar "calibradores de relojes atómicos".
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Comparando los datos del artículo del enlace de la Wikipedia que nos facilita Tayhron, se puede comprobar la exactitud del púlsar de referencia astronómica:
-Ciclos por segundo del átomo de cesio-133:
9.192.631.770 c/s (período de rotación del pulsar milisegundo:
0,001557806449023 segundos)
- El estándar actual de los relojes atómicos en activo permite el atraso de
1 segundo cada 300 mil años. (púlsar milisegundo:
1 milmillonésima de segundo en 2'5 millones de años)
-El último reloj de NIST, el NIST-F1, puesto en marcha en 1.999 es del orden de un segundo en veinte millones de años (púlsar milisegundo:
cien millones de veces más preciso).
- Las agencias de las normas nacionales mantienen una exactitud de
10-9 segundos por día (exactitud del púlsar milisegundo:
1,26 x 10-19 SEGUNDOS POR SEGUNDO)
Desde luego, este reloj no está a disposición de nadie más que la NASA, claro... aparte de que las relaciones entre astrónomos-radioastrónomos y el resto de la comunidad científica nunca han sido demasiado cordiales...
Esto es la síntesis del capítulo de un libro mio de cabecera que suelo leer a menudo. Lógicamente el capítulo es mucho más extenso y detallado, con muchos más datos. El libro en cuestión es "El monstruo subatómico" del célebre desaparecido Dr. Isaac Asimov.
Espero que haya sido del interés de alguien. A mi, es que me encantan estos temas científicos...