"Malos tiempos para la lírica" que decía la canción.
Se ha apuntado por aquí que está en auge la venta de relojes automáticos, creo que no es del todo cierto, pues cada día hay más gente (sobre todo gente joven) que no lleva reloj y no lo necesita, puesto que lo lleva en el móvil y en esto sí que invierten buenas cantidades de dinero. Puede que haya crecido la venta de este tipo de relojes, pero no en cantidades significativas como hace unos años.
En sentido general, el reloj ha quedado relegado a un mero accesorio de vestir, un adorno, una pieza más del decoro, como pueda ser una corbata, un anillo, una pulsera o un cinturón.
Recuerdo la primera vez que mi Padre me compró un reloj. Creo que fue con 11 ó 12 años y para mí fue todo un acontecimiento. Era el primer paso para sentirte un poco más cerca de la edad adulta. Fue un joyero y relojero amigo el que se acercó por nuestra casa con varios modelos tipo cadete y estuvo toda la tarde hablándonos de este o aquel modelo, de este y aquella marca, etc. Vamos, todo un entretenimiento.
Hoy en día, en el tipo de sociedad que vivimos y los tiempos y ritmos que nos impone, esto es imposible. El todo y el ahora es imperativo legal. La sociedad a creado animales de consumo de usar y tirar, y los ha educado para que sigan estos preceptos y se rijan por estos principios, en todos los aspectos de su vida.
Todos estos oficios han quedado relegados a una mera distracción, a un entretenimiento de unos pocos, sobre todo en un país donde no hay tradición relojera o el trabajo artesanal se toma a risa. Como decía, malos tiempos para la lírica.