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Antiguos Moderadores
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Momentos de descanso en Bilbao. Salen las animadoras a ritmo de Enrique Iglesias y hacen su número al soniquete repetitivo más oído este verano...: "Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca...".
En el "fragor de la batalla", o en el calentón momentáneo, o en la exageración del lenguaje y del tono que suelen usar los speakers, o fruto de todo ello junto..., el speaker de guardia, poseído por la letra que acompaña a los compases sensuales de la famosa canción, se recrea en ella al cerrar la actuación y espeta un: "quien pudiera pasar una noche con las cheerleaders!".
Pues bien, parece que la FIBA, la Federación Internacional de Baloncesto, decide que en sus normas no aperece este grado de permisividad sexista. Y parece que ha sido despedido a raíz de la polémica suscitada especialmente tras la denuncia en este artículo de una web por parte de una periodista a la que le pareció machista. Dijo que ella iba a ver baloncesto y no a escuchar tales cosas ofensivas.
Pues bien. De acuerdo. El comentario es extremadamente desafortunado. Seguramente inaceptable dentro de su profesión y de sus responsabilidades. Otra cosa es que la intencionalidad del speaker existiera o no y si su comentario debía costarle el trabajo o no. Él, obviamente, dice que no.
Pero mi gran duda respecto a todo esto es: la señora FIBA y la periodista que denunció, aceptan y respetan a las cheerleaders. ¿Es una tradición falta de sexismo?
En el "fragor de la batalla", o en el calentón momentáneo, o en la exageración del lenguaje y del tono que suelen usar los speakers, o fruto de todo ello junto..., el speaker de guardia, poseído por la letra que acompaña a los compases sensuales de la famosa canción, se recrea en ella al cerrar la actuación y espeta un: "quien pudiera pasar una noche con las cheerleaders!".
Pues bien, parece que la FIBA, la Federación Internacional de Baloncesto, decide que en sus normas no aperece este grado de permisividad sexista. Y parece que ha sido despedido a raíz de la polémica suscitada especialmente tras la denuncia en este artículo de una web por parte de una periodista a la que le pareció machista. Dijo que ella iba a ver baloncesto y no a escuchar tales cosas ofensivas.
Pues bien. De acuerdo. El comentario es extremadamente desafortunado. Seguramente inaceptable dentro de su profesión y de sus responsabilidades. Otra cosa es que la intencionalidad del speaker existiera o no y si su comentario debía costarle el trabajo o no. Él, obviamente, dice que no.
Pero mi gran duda respecto a todo esto es: la señora FIBA y la periodista que denunció, aceptan y respetan a las cheerleaders. ¿Es una tradición falta de sexismo?
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