Ayer y hoy, este precioso y no demasiado común Seiko 6119-6050. Un reloj de 1969, herencia de mi tío.
Aprovechandoestos dos días tan luminosos, para que los rayos de sol hagan preciosas irisaciones en su dial azul. Lástima que el bisel coloreado interior está un poco descascarillado (y es casi imposible de encontrar), porque la caja es magnífica, y de un tamaño considerable para la época.