oldchrono
Magister Collector
Sin verificar
... y el valor de nada".
Hace pocos días atrás, leía esta frase de Oscar Wilde, sobre la cual se han hecho diversas interpretaciones.
Yo vinculé esa frase, con nuestra pasión. Pensé en cuántas personas se han acercado a nuestro Foro, con el fin de conocer el "precio" de tal o cual reloj que habían recibido de sus padres o abuelos, o que tenían desde hace tiempo y deseaban vender.
Claro, lo usual es comentarles que aqui no tasamos relojes, y les sugerimos cortesmente que lean el post que, con ese título, explica nuestra actitud al respecto.
Me puse a pensar, en cómo suele confundirse en nuestra vida diaria, "precio" con "valor". Me pareció muy acertada la frase de Oscar Wilde, y pensé de qué manera valoramos los coleccionistas a cada pieza que llega a nuestras manos, más allá del precio pagado por ellas.
Como relatara en el hilo donde contaba las alternativas de la quedada de ayer sábado, durante la misma vinieron a mis manos dos piezas. Prometí presentarlas en un hilo separado, y aqui cumplo con ello.
Para mí, estas piezas tienen un valor muy especial. Como dice la publicidad de una conocida tarjeta de crédito: "no tienen precio".
Se han convertido las piezas más valiosas de mi colección!!
Una de ellas, es un reloj esqueleto, obsequio de mi amigo don Luis, quien tuvo la delicadeza de recordar que en algunas oportunidades yo había manifestado que me encantan los relojes de este tipo.
Desconozco los detalles de su máquina, o de la pieza completa. Pero los amigos del Foro comprenderán que todos estos detalles técnicos, que habitualmente nos intrigan y nos gusta conocer, en este caso no tienen tanta importancia.
El reloj funciona perfecto, y tiene este efecto mesmerizante de estos relojes que dejan ver todas sus "entrañas" por delante y por detrás, al poder observar cómo cada una de sus pequeñas ruedas, engranajes, y muelles, trabajan como un pequeño corazón que late, moviendo las agujas y marcando horas y minutos.
Me encanta este relojito, y cada vez que lo lleve me recordará a un amigo apreciado, que se acordó de mí, y de mis gustos. Me recordará ese momento mágico en que me dijo: "le traje esto para usted Abel" y me entregó una bolsita de papel Kraft, que contenía un estuche, que contenía esta preciosidad. Imposible que me olvide de ese instante, y de cómo me latía el corazón cuando lo abría, intrigado por su contenido.
Muchas gracias amigo don Luis!!
El otro reloj, también es muy especial, y compartirá con el anterior, el sitio de los relojes más valiosos de mi colección. Ya conté algo de cómo llegó, también ayer, a mis manos.
Me temblaron las manos cuando Juan me entregó los tres ejemplares de Citizen, ex buzos tacticos de nuestra Marina de Guerra, que había descubierto hace algún tiempo. Y más me temblaron cuando me dijo que eligiera el que más me gustase. Me había ofrecido pasarme uno de ellos, al mismo precio que había él había pagado.
No me salía la voz, sentí una turbación, casi un mareo, y no se si se habrá notado que se enrojecían mis mejillas. De pronto, sentí mucho calor. Era como si a un niño, le entregasen una enorme bolsa de caramelos, y le dijeran que elija los que más le agradan. O mejor aun, una bolsa de juguetes!
Lo cierto es que Juan insistió, y entonces elgí uno. Confieso que me hallaba bastante confundido, aturdido por el ofrecimiento, y como además no conozco nada acerca de estos relojes, me resultaban los tres muy parecidos dificultando la elección. Juan me señaló que tenían ciertas diferencias, y finalmente elegí uno, y lo coloqué en el interior de mi bolsillo!
Anoche, tan pronto llegué a mi hogar, le coloqué una Nato negra. No me gustan las Nato, pero algunas han llegado a mis manos con algún reloj comprado, y las he conservado. Te sacan de apuros. Y debo reconocer que le queda muy bien a este reloj. Bueno, hoy ya le cambié dos veces su correa, hasta dejarle unas de nylon negro, bien "tácticas", que fueron más de mi agrado.
Anoche dormí con los dos relojes puestos, uno en cada muñeca. Por cierto, soñé con relojes! Y esta mañana, al despertar y verlos a ambos, me arrancaron una sonrisa. No son frecuentes los gestos como el de Juan, y creo que merece destacarse. Espero que Juan no se enoje conmigo por contar esto aquí, pero su gesto de tan generoso desprendimiento, necesitaba compartirlo. Mil gracias Juan!!
No tengo mucha info sobre este reloj, excepto que es una referencia 51-2273, y su movimiento un 8200A automático. Un diver muy robusto, y con un mecanismo que segun se dice es igualmente fuerte y noble. Debe ser cierto, pues a pesar de haber sido fabricado en 1980, es decir, hace 33 años ya, funciona perfectamente y con gran precisión. Una cierta cantidad (que desconozco) de relojes de buceo Citizen, de distintas referencias, fue adquirida en los años 1980' s para sus buzos tácticos, por la Marina Argentina, y llevan marcado un número de registro adicional, de 5 dígitos, en sus tapas traseras. Este es uno de esos relojes.
Para mi tiene un interés histórico excepcional, y un valor muy especial por la manera en que llegó a mis manos. Un hermoso reloj que toda vez que lo lleve en el pulso, me recordará a un amigo y colega de pasión, que posibilitó su incorporación a mi colección.
Mil gracias amigo Juan!! No imaginas cuán feliz me ha hecho este reloj!!
Bueno, espero que os gusten estos relojes, y les envío mi afectuoso saludo, Tonin.
Hace pocos días atrás, leía esta frase de Oscar Wilde, sobre la cual se han hecho diversas interpretaciones.
Yo vinculé esa frase, con nuestra pasión. Pensé en cuántas personas se han acercado a nuestro Foro, con el fin de conocer el "precio" de tal o cual reloj que habían recibido de sus padres o abuelos, o que tenían desde hace tiempo y deseaban vender.
Claro, lo usual es comentarles que aqui no tasamos relojes, y les sugerimos cortesmente que lean el post que, con ese título, explica nuestra actitud al respecto.
Me puse a pensar, en cómo suele confundirse en nuestra vida diaria, "precio" con "valor". Me pareció muy acertada la frase de Oscar Wilde, y pensé de qué manera valoramos los coleccionistas a cada pieza que llega a nuestras manos, más allá del precio pagado por ellas.
Como relatara en el hilo donde contaba las alternativas de la quedada de ayer sábado, durante la misma vinieron a mis manos dos piezas. Prometí presentarlas en un hilo separado, y aqui cumplo con ello.
Para mí, estas piezas tienen un valor muy especial. Como dice la publicidad de una conocida tarjeta de crédito: "no tienen precio".
Se han convertido las piezas más valiosas de mi colección!!
Una de ellas, es un reloj esqueleto, obsequio de mi amigo don Luis, quien tuvo la delicadeza de recordar que en algunas oportunidades yo había manifestado que me encantan los relojes de este tipo.
Desconozco los detalles de su máquina, o de la pieza completa. Pero los amigos del Foro comprenderán que todos estos detalles técnicos, que habitualmente nos intrigan y nos gusta conocer, en este caso no tienen tanta importancia.
El reloj funciona perfecto, y tiene este efecto mesmerizante de estos relojes que dejan ver todas sus "entrañas" por delante y por detrás, al poder observar cómo cada una de sus pequeñas ruedas, engranajes, y muelles, trabajan como un pequeño corazón que late, moviendo las agujas y marcando horas y minutos.
Me encanta este relojito, y cada vez que lo lleve me recordará a un amigo apreciado, que se acordó de mí, y de mis gustos. Me recordará ese momento mágico en que me dijo: "le traje esto para usted Abel" y me entregó una bolsita de papel Kraft, que contenía un estuche, que contenía esta preciosidad. Imposible que me olvide de ese instante, y de cómo me latía el corazón cuando lo abría, intrigado por su contenido.
Muchas gracias amigo don Luis!!
El otro reloj, también es muy especial, y compartirá con el anterior, el sitio de los relojes más valiosos de mi colección. Ya conté algo de cómo llegó, también ayer, a mis manos.
Me temblaron las manos cuando Juan me entregó los tres ejemplares de Citizen, ex buzos tacticos de nuestra Marina de Guerra, que había descubierto hace algún tiempo. Y más me temblaron cuando me dijo que eligiera el que más me gustase. Me había ofrecido pasarme uno de ellos, al mismo precio que había él había pagado.
No me salía la voz, sentí una turbación, casi un mareo, y no se si se habrá notado que se enrojecían mis mejillas. De pronto, sentí mucho calor. Era como si a un niño, le entregasen una enorme bolsa de caramelos, y le dijeran que elija los que más le agradan. O mejor aun, una bolsa de juguetes!
Lo cierto es que Juan insistió, y entonces elgí uno. Confieso que me hallaba bastante confundido, aturdido por el ofrecimiento, y como además no conozco nada acerca de estos relojes, me resultaban los tres muy parecidos dificultando la elección. Juan me señaló que tenían ciertas diferencias, y finalmente elegí uno, y lo coloqué en el interior de mi bolsillo!
Anoche, tan pronto llegué a mi hogar, le coloqué una Nato negra. No me gustan las Nato, pero algunas han llegado a mis manos con algún reloj comprado, y las he conservado. Te sacan de apuros. Y debo reconocer que le queda muy bien a este reloj. Bueno, hoy ya le cambié dos veces su correa, hasta dejarle unas de nylon negro, bien "tácticas", que fueron más de mi agrado.
Anoche dormí con los dos relojes puestos, uno en cada muñeca. Por cierto, soñé con relojes! Y esta mañana, al despertar y verlos a ambos, me arrancaron una sonrisa. No son frecuentes los gestos como el de Juan, y creo que merece destacarse. Espero que Juan no se enoje conmigo por contar esto aquí, pero su gesto de tan generoso desprendimiento, necesitaba compartirlo. Mil gracias Juan!!
No tengo mucha info sobre este reloj, excepto que es una referencia 51-2273, y su movimiento un 8200A automático. Un diver muy robusto, y con un mecanismo que segun se dice es igualmente fuerte y noble. Debe ser cierto, pues a pesar de haber sido fabricado en 1980, es decir, hace 33 años ya, funciona perfectamente y con gran precisión. Una cierta cantidad (que desconozco) de relojes de buceo Citizen, de distintas referencias, fue adquirida en los años 1980' s para sus buzos tácticos, por la Marina Argentina, y llevan marcado un número de registro adicional, de 5 dígitos, en sus tapas traseras. Este es uno de esos relojes.
Para mi tiene un interés histórico excepcional, y un valor muy especial por la manera en que llegó a mis manos. Un hermoso reloj que toda vez que lo lleve en el pulso, me recordará a un amigo y colega de pasión, que posibilitó su incorporación a mi colección.
Mil gracias amigo Juan!! No imaginas cuán feliz me ha hecho este reloj!!
Bueno, espero que os gusten estos relojes, y les envío mi afectuoso saludo, Tonin.
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