¡Para no gustar! Pedazo de plumones...
A mí me gusta especialmente la primera, aunque me gusta mucho el capuchón con la lentejita de la Romillo
Hola Patri
Ambas eran magníficas, conceptos bastante diferentes de lo que es una estilográfica, pero que en la mano eran una maravilla.
Debo reconocer que gracias a esta quedada he aprendido mucho sobre las dos marcas, cosa que me ha ayudado a valorarlas mucho más de lo que ya lo hacía: Ambas marcas se merecen un premio al emprendimiento, por apostar por un objeto de escritura que pese a su historia hoy en día usamos una minoría.
A las dos, Romillo y Delta se merecen que las cosas les vayan muy bien, porque les ponen una pasión inmensa a su objetivo: aman las estilográficas y por ello las fabrican.
Son marcas nuevas, si, pero aunque en ocasiones eso les pueda restar valor ya que no cuentan con el privilegio de estar entre las marcas legendarias de la historia de la estilográfica, ese mismo hecho, les da un valor especial, el sacar adelante de la nada un producto que busca satisfacernos a nosotros, esas personas que aprecian el objeto que tienen en la mano cuando escriben.
En definitiva, aplaudo muy sinceramente ambas empresas, que el azar quiso que las pudiésemos conocer mejor el mismo día y sin saberlo antes, pudimos ver que siendo muy muy distintas, tienen muchas cosas en comun.
Desde aquí mi agradecimiento personal a Álvaro, Enzo y Alberto.
Un saludo
Rubèn