Efectivamente, que sea la primera vez que lo oyes viene a demostrar menos años de “mili”. Los que tienen otra edad habrán oído “buga”, buga tuneao, etc. y seguramente parecido de imaginativo.
Que algo venga en el diccionario quiere decir que se ha usado (por eso se recoge, en el diccionario no se recoge lo que inventa la Academia, sino lo que se percibe en uso) y por lo tanto se puede volver a usar si a uno le parece oportuno, que no lo será siempre... Actualmente no se suele usar carreta de bueyes porque hay automóviles, pero si tienes carreta y la quieres usar, puedes, aunque no por autopista; ni tampoco el automóvil por zonas peatonales, cada cosa en su sitio. Pero están ahí para su uso debido.
Por raro que te pueda parecer, voces como “murciégalo” o “crocodilo” son más correctas que las otras que se usan más. Se atienen más al origen, y las hemos cambiado por vagancia (en la evolución del lenguaje rige la ley del mínimo esfuerzo). Mur, del latín mus, es ratón (y también viene en el diccionario, lo usaban tranquilamente en castellano en la Edad Media y Renacimiento y ha quedado en desuso, como la carreta, pero existe), y ciégalo = ciego, que es justamente lo que es el bicho; lo que no significa nada es precisamente, la palabra que usamos. Y al crocodilo le pasa lo mismo, es la fiel al griego, y la que usamos es corrupta. --- De hecho el castellano es muy proclive a estos cambios de orden, que se llaman metátesis (busca metátesis en la wiki y hay buenos ejemplos). El más espectacular es el de la propia palabra “palabra”, que viene de parábola, y por tanto debería ser “parabla”: tiene pinta de que nos hemos pasado a la versión no más correcta, sino más fácil. --- El de la almóndiga es, simplemente, una versión relajada o corrupta que, ha tenido poco éxito o parece propia de iletrados, pero esto de la incorrección de una palabra no es asunto de que salga un nuncio con una encíclica y legisle, sino del consenso general de uso, algo, por lo tanto, muy etéreo.