En ningún momento estoy hablando de industria discográfica, el problema es que metéis a todos en el mismo cajón.
Y yo no veo ningún cambio en modelo de negocio.
El cambio del modelo de negocio es más que evidente, como ha sufrido otros cambios anteriormente. A pricipios del siglo XX aparecen las máquinas de grabacióny reproducción de música que se popularizaron a partir de los 30 y se hicieron cuasi universales a partir de los 40-50.
Anteriormente a esa revolución tecnológica, los músicos se ganaban la vida con su música, dando conciertos. Una vez aparecidos los sistemas de grabación, aparece el disco y la industria discográfica. Los discos de graban primero en pizarra y luego en vinilo. Se emiten programas de radio y la gente con posibles compra discos.
Se abarata la electrónica en los 60-70 y la es el boom de la industria discográfica, aparecen medios de grabación casera de los originales y no pasa nada, la industria no se preocupa porque la calidad no es igual que la original.
Llegan los 80 y aparece el CD, más barato de producir que los vinilos, pero con una facilidad de uso y una calidad que muchos consideran superior. Los costes de producción musical siguen siendo los mismos, pero se aprovecha la nueva tecnología para duplicar los precios del soporte. Los productores de vinilos, que quisieron aferrarse a esa tecnología desaparecieron, los que sobrevivieron se dedicaron a otro negocio (como Iberofon, que dejó el vinilo discográfico para meterse en la industria de automoción).
Luego llegan las grabadoras digitales, pero no hay problema cuestan 2.000.000 de pesetas (lo sé porque el padre de un amigo tuvo una de las primeras que llegaron a España en una empresa dedicada a grabaciones de seguridad de datos), y la cosa se va a baratando, pero sigue sin rpeocupar.
A mediados de los 90, el Instituto Fraunhofer revoluciona los formatos digitales sacando un formato que eliminaba la parte no audible de la información musical y comprimía la información. No había problema, puesto que ningún gran fabricante hacia dispositivos que lo pudieran reproducir, sólo programas de ordenador y fabricantes marginales.
Pero resulta que un día Apple ve el filón y saca un reproductor portátil y una tienda on-line que elimina la necesidad de soporte físico y las discográficas escandalizadas por el éxito. Hasta que deciden unirse a la fiesta y ser partícipes del negocio (con todo el derecho del mundo).
Por el camino dejan tirados a todas las tiendas de discos, pero claro de la misma manera que ahora venden un fichero electrónico, la gente puede copiar sus CDs y mandárselo a un amigo... empiezan los problemas ¿y nosotros no sacamos tajada de eso?
Y con el tiempo vuelve a aparecer otro adelanto tecnológico que hace que no puedas compartir ficheros sólo con tus amigos a los que conoces, sino con otros, nuevos grupos producen ellos mismos sus canciones y las ponen gratis a disposición del mundo...
Mientras tanto ¿que hace la industria? le roba el nombre a artistas, les obliga a publicar discos cada año independientemente de la calidad de las canciones y encima en iTunes no tienen que pagar por todas las canciones, sólo por aquellas que son buenas.
¿cual es la reacción? aprovechar la notoriedad social del colectivo para presionar a los gobiernos y sacar tajada de las ventas de soportes digitales, como ya sacaban de la venta de fotocopiadoras... que sí, que lo del canon no está desde que existe el mp3, que todas las fotocopiadoras están gravadas por un canon desde hace muchísimos años.
Simplemente un producto que se vende con un modelo de negocio a un precio determinado y personas que lo roban para usarlo sin licencia.
Reducción simplista en extremo. Desconozco a qué te dedicas, pero analiza mejor el problema y las perspectivas empresariales.
Que yo sepa eso es un delito
No es un delito, tal como avalan las múltiples sentencias la respecto. Igual en otros países sí, en España no es delito.
y pretender que vaya poniendo denuncias a diario es cuando menos absurdo.
Absurdo no, imposible de demostrar que alguien está intercambiando ficheros protegidos por Copyright. Para poder demostrar que tal o cual persona está compartiendo ficheros, primero tienes que tener acceso a sus comunicaciones, cuyo secreto está protegido por un Ley Orgánica, que es de mayor rango que la que regula la propiedad intelectual. Esto quiere decir que han sacado una ley de PI para cubrir el expediente y sin ningún afán de hacerla cumplir, porque no puedes demostrar nada sin incurrir tú en un delito de violación de las comunicaciones.