joler
De la casa
Sin verificar
La parada de segundero en relojes mecánicos es una complicación que está presente en muchas marcas de las más diversas calidades.
La complicación consiste en que el segundero se detiene al extraer la corona a la posición de puesta en hora lo que permite ajustar la hora al segundo.
No es una aportación reciente ya que en relojes de pulsera se puede encontrar calibres en los años 30 como este de Alpina.
Originalmente se montó en relojes de uso militar con la finalidad de sincronizar sus acciones.
Actualmente se usa para ajustar la hora exacta respecto a otro reloj de referencia y, por consiguiente, para controlar el desvío de nuestros relojes.
También nos permite confirmar de forma experimental que cualquier cuarzo de 5 euros es más preciso que un mecánico que ha costado unos miles
[emoji15] .
¿Cómo funciona realmente este mecanismo y cuál es su nivel de complejidad?
Aprovechando que estoy reparando un Tissot que monta una ETA 2836 echaremos un vistazo a su interior.
Este es un grupo de piezas del Tissot durante la reparación.
En la siguiente imagen ya he retirado todo lo que tiene que ver con la parada de segundero.
Ya lo sé, cuesta darse cuenta de cuales son las piezas implicadas en esa función.
Una pequeña ayuda.
En efecto, contra todo pronóstico solo hace falta una pequeña e insignificante pieza de latón.
Pero... quizás la dificultad esté en el montaje.
Pues tampoco. Ni un simple tornillo lleva.
Va bajo el puente del barrilete y el extremo redondeado es el que hará contacto con el volante deteniéndolo.
Dando la vuelta y mirando desde el lado del dial vemos como asoma tímidamente por la abertura del remontoir.
Lo he señalado con un circulito porque he oído que la presbicia está haciendo estragos entre el personal [emoji1] .
En esa posicion se encajará con el piñón deslizante que se acerca hacia el centro del reloj cuando extraemos la corona hasta la última posición.
De esta forma tan simple como ingeniosa por el otro lado de la platina la pieza de latón hará contacto con el volante y el reloj se detendrá.
Posiblemente la complicación menos complicada de todas las que podemos encontrar en un reloj mecánico.
Termino con una imagen del Tissot en orden de marcha que todavía no me he podido poner porque no soy capaz de cerrar la tapa trasera (puñeteras tapas a presión [emoji35] [emoji35] )
Y con esto me despido
Esperando que haya gustado
Que el otro día en un pueblo
Hasta piedras me tiraron.
Cruzando el río Mara
La complicación consiste en que el segundero se detiene al extraer la corona a la posición de puesta en hora lo que permite ajustar la hora al segundo.
No es una aportación reciente ya que en relojes de pulsera se puede encontrar calibres en los años 30 como este de Alpina.
Originalmente se montó en relojes de uso militar con la finalidad de sincronizar sus acciones.
Actualmente se usa para ajustar la hora exacta respecto a otro reloj de referencia y, por consiguiente, para controlar el desvío de nuestros relojes.
También nos permite confirmar de forma experimental que cualquier cuarzo de 5 euros es más preciso que un mecánico que ha costado unos miles
[emoji15] .
¿Cómo funciona realmente este mecanismo y cuál es su nivel de complejidad?
Aprovechando que estoy reparando un Tissot que monta una ETA 2836 echaremos un vistazo a su interior.
Este es un grupo de piezas del Tissot durante la reparación.
En la siguiente imagen ya he retirado todo lo que tiene que ver con la parada de segundero.
Ya lo sé, cuesta darse cuenta de cuales son las piezas implicadas en esa función.
Una pequeña ayuda.
En efecto, contra todo pronóstico solo hace falta una pequeña e insignificante pieza de latón.
Pero... quizás la dificultad esté en el montaje.
Pues tampoco. Ni un simple tornillo lleva.
Va bajo el puente del barrilete y el extremo redondeado es el que hará contacto con el volante deteniéndolo.
Dando la vuelta y mirando desde el lado del dial vemos como asoma tímidamente por la abertura del remontoir.
Lo he señalado con un circulito porque he oído que la presbicia está haciendo estragos entre el personal [emoji1] .
En esa posicion se encajará con el piñón deslizante que se acerca hacia el centro del reloj cuando extraemos la corona hasta la última posición.
De esta forma tan simple como ingeniosa por el otro lado de la platina la pieza de latón hará contacto con el volante y el reloj se detendrá.
Posiblemente la complicación menos complicada de todas las que podemos encontrar en un reloj mecánico.
Termino con una imagen del Tissot en orden de marcha que todavía no me he podido poner porque no soy capaz de cerrar la tapa trasera (puñeteras tapas a presión [emoji35] [emoji35] )
Y con esto me despido
Esperando que haya gustado
Que el otro día en un pueblo
Hasta piedras me tiraron.
Cruzando el río Mara