Que en la misma composición del Omega Seamaster a secas (nada de PO), el único Longines que saliera no fuera ningún Lindbergh o Legend Diver, algún Instituto Hidrográfico de la Marina o alguno más moderno, un Grand Vitesse, o en la linea del que salió, algún Conquest de la serie Heritage, sino un triste cuarzo chapado y encima de tapadillo, fué, para mí, muy triste.
Que para ilustrar un artículo de Rolex pusieran una foto a media página de Diana Krall no está mal... pero podía habérsele visto el reloj, que sólo se veía un brazalete. Y ya que hablamos de relojes femeninos, un artículo de relojes femeninos, a cada cual más hortera.
Que de los tres relojes que pusieran un artículo, uno fuera un Rolex y el otro el Speedy lo encuentro razonable (otra cosa lo que se decía en el artículo del Speedy, pero ese sería otro tema), pero, ¿qué pintaba un Cartier Tank?
Que noté en falta muchos relojes, y que sobraba, en mi modesta opinión, las cuatro páginas del modelito guaperas de turno, y el artículo de Frank Muller ¡tildándolo de mito!. Y los relojes de moda, empezando por un horterísimo Dior cuajado de cristalitos. Tan sólo faltaba el Rolex Leopardo.
En fin, que a mí ese suplemento no me decía nada... salvo que como toda la información que salga en la misma revista sea como esa, mal íbamos. Pero mi hermano pequeño, que pasa por completo de los relojes, sí que reconoció mi Speedy, me dijo ayer por la tarde, "he visto tu reloj hoy en el periódico, vaya reloj más importante que tienes". Me supo a gloria.