Curioso cómo los revolucionarios de izquierdas se pirran por un Rolex. En fin...
La verdad no sé si es buena o mala publicidad para Rolex. Por un lado es buena, un reloj de los suyos en la selva Amazónica, a los pies de los Andes, viviendo años y años casi al aire libre, en todo tipo de condiciones climatológicas, con mucha humedad, etc... Suena muy bien. Pero por otro lado suena un poco cutre que a todos estos les encante.
Es algo parecido a lo que pasaba en la España de los años 70 y 80, que todas las folclóricas, torerillos o futbolistas, lo primero que hacían era comprarle un Mercedes 600 a su padre y, acto seguido, ir al pueblo a enseñárselo a los vecinos. ¿Eso le iba bien a Mercedes? Pues no lo sé...
Algo así pasa ahora con los bolsos de Louis Vuitton, que lo pasean las chonis madrileñas del petardeo, los futbolistas van con su mariconera de la marca en cuestión cuando salen del vestuario con las Reebok desatadas y sus patillas de bakala-marroquí-vendeporros, etc, etc, etc...
Hay que ver la cantidad de fauna que la toma con una marca determinada... Deben ser muy buenas marcas todas ellas, porque a pesar de ellos siguen en pie. Eso sin duda dice mucho a su favor, nadie puede con ellas.
Dicho esto, y diciendo que ya me gustaría a mí tener un Rolex, yo para la selva hubiera escogido un Breitling de titanio, mecánico. Mucho más ligero y además no refleja ninguna superficie de acero pulido... Aunque sea para no dar pistas al enemigo de dónde te encuentras...
Saludetes y saludillos...