B
burkan
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Los argentinos tenemos demasiadas peculiaridades como para nombrar. Una muy extraña es que somos los mayores consumidores de carnes ( sea de vaca, cerdo, pollo, pescado o cualquier otro bicho que camina, vuela o se arrastra ) de este planeta. Los números impresionan: 125 kilos por habitante al año ( 54 de vaca y la que resta se reparte en los otros ítems mencionados ).
Otro tipo de records poco felices son que somos el país con mas accidentes de tránsito por cantidad de habitantes, los que mas nos infartamos en el mundo y los que mas alimentos con harinas metemos en nuestro cuerpo - en el continente americano -. En las casas puede faltar la luz, el gas, el teléfono.... se puede haber cortado el servicio satelital de TV o no haber señal para móvil; pero el pan, los alfajores, las masitas, las facturas y los bizcochitos nunca faltan. Como tampoco faltan las excusas para un buen asado: cumpleaños, divorcios, festejos varios, ganas de charlar, bienvenidas y partidas, reconciliaciones, reencuentros, bodas, presentaciones... todo vale.
El asado, al igual que el mate, tiene un efecto aglutinador y democrático: desde los barrios mas humildes, los pisos mas exclusivos y las periferias marginadas sube un humito con olor a buena carne a toda hora, todos los días, y por cualquier motivo.
El asado urbano tiene sus pasos. Primero se quema el carbón con abundante papel y madera para que se haga brasa al tiempo que se limpia la parrilla con grasa. Luego se adoba con chimichurri la carne y a la parrilla. En las imágenes hay entraña, pechito de cerdo, pollo, morcillas y chorizos.
Ahora ya en la mesa tenemos en asado acompañado con unos quesitos y salame, el pan y los grisines, las ensaladas y la coca cola light. No sea cosa que piensen que los argentinos hacemos las cosas bien: todo bien contradictorio....nos comemos una vaca entera pero con gaseosa dietética...
And last but not least.... el postre. Una torta mantecol y helado. Para el que nos sabe: las golosinas nacionales son los alfajores y el mantecol, que no es otra cosa que pasta de maní y nueces. Un millón y medio de calorías en un gramo, mas o menos.
Y el helado con Charlotte, y bien en lo alto la gloria de la Coca Light. No sea cosa que falte.
Notarán la ausencia de vino. Decidimos hacer el asado sin él. Algunos habían venido en automóvil y mejor es no tentar a los conductores.
Y no sé si el hilo quedó lindo. Si hubiese estado vilobi salía infinitamente mejor. El presidente de la masa forestal tiene un pulso y una gracia para este tipo de presentaciones que yo no tengo.
Otro tipo de records poco felices son que somos el país con mas accidentes de tránsito por cantidad de habitantes, los que mas nos infartamos en el mundo y los que mas alimentos con harinas metemos en nuestro cuerpo - en el continente americano -. En las casas puede faltar la luz, el gas, el teléfono.... se puede haber cortado el servicio satelital de TV o no haber señal para móvil; pero el pan, los alfajores, las masitas, las facturas y los bizcochitos nunca faltan. Como tampoco faltan las excusas para un buen asado: cumpleaños, divorcios, festejos varios, ganas de charlar, bienvenidas y partidas, reconciliaciones, reencuentros, bodas, presentaciones... todo vale.
El asado, al igual que el mate, tiene un efecto aglutinador y democrático: desde los barrios mas humildes, los pisos mas exclusivos y las periferias marginadas sube un humito con olor a buena carne a toda hora, todos los días, y por cualquier motivo.
El asado urbano tiene sus pasos. Primero se quema el carbón con abundante papel y madera para que se haga brasa al tiempo que se limpia la parrilla con grasa. Luego se adoba con chimichurri la carne y a la parrilla. En las imágenes hay entraña, pechito de cerdo, pollo, morcillas y chorizos.
Ahora ya en la mesa tenemos en asado acompañado con unos quesitos y salame, el pan y los grisines, las ensaladas y la coca cola light. No sea cosa que piensen que los argentinos hacemos las cosas bien: todo bien contradictorio....nos comemos una vaca entera pero con gaseosa dietética...
And last but not least.... el postre. Una torta mantecol y helado. Para el que nos sabe: las golosinas nacionales son los alfajores y el mantecol, que no es otra cosa que pasta de maní y nueces. Un millón y medio de calorías en un gramo, mas o menos.
Y el helado con Charlotte, y bien en lo alto la gloria de la Coca Light. No sea cosa que falte.
Notarán la ausencia de vino. Decidimos hacer el asado sin él. Algunos habían venido en automóvil y mejor es no tentar a los conductores.
Y no sé si el hilo quedó lindo. Si hubiese estado vilobi salía infinitamente mejor. El presidente de la masa forestal tiene un pulso y una gracia para este tipo de presentaciones que yo no tengo.
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