Buenas,
Respecto a los diales, tacómetros, analógicos,
simplemente no se leen, llegado a cierto punto,
la cabeza aprende a dividir las fracciones tras un vistazo,
y al revés de lo que muchos creen puede ser tan o más rapido que el número digital, porque éste sí se lee.
Está bien, ya llevamos leyendo números muchísima cantidad de tiempo,
como para no estar ya acostumbrados.
Al parecer hay gente que suple en lo tecnológico algo que no se puede suplir.
Como antes dijeron, respecto al tacto, sabores, etc.
Hay otras cosas más, menos aparentes, al encontrarse en persona, y no através de un aparato.
Útil, sí, por supuesto, y de hecho acá estamos, conociéndonos,
cambiando mensajes de una manera, antes casi imposible.
Por dar otro ejemplo, viajar y percibir todo lo que sea,
no hay app que lo supla.
Aunque sea una herramienta que ayude a viajar, en varios aspectos.
Y no, no creo que la mente necesite -ni pueda- acelerarse perceptualmente hacia nada.
Son cambios tecnológicos, que también cambian la vida de la gente,
aparentemente haciéndola más facil, aunque en algunos sea un cambio no tan bueno.
Hay mucha más manipulación psicológica hacia el consumo, y otra cosas peores
porque el medio ahora es exponencialmente más vasto que antes.
Y tambien mucha más desinformación -dirigida, y por ignorancia- .
Ahora, si uno tiene cierto gusto por ciertas cosas clásicas, de calidad y
que se aguantan el paso de los siglos, uno no tiene la culpa.
Es una buena debilidad.
Hay gente que poco le importa los relojes vintages,
y está bien que sea así, se dedicarán a valorar otras máquinas o artes.
Tal vez intentamos preservar una parte de la historia humana,
una aventura cuando la punta de la tecnología eran estas maravillosas máquinas,
herederas y evolucionadas de las del siglo XVII.
Evolucionadas a su vez de las más simples, primitivas, en los albores de la humanidad.
Saludos
Álvaro