Quiero agradeceros a todos vuestros comentarios. Me han servido para tener puntos de vista más subjetivos y menos pasionales que los familiares y por ende, más acertados.
Aunque yo no lo soy, en mi familia abundaron y abundan los médicos, y soy consciente de que son humanos y de que como todos, pueden cometer errores. Es cierto que un error médico es más trascendente que un error en otras profesiones y creo que es algo que debemos aceptar pese a que las consecuencias puedan ser trágicas en ocasiones. Pero también creo que una cosa es un error, y otra, una negligencia.
Para seros honestos, no sé si el médico de mi hijo cometió error o negligencia, o incluso ninguna de las dos, quizás fue simplemente una complicación. Quién sabe. Desde mi punto de vista y con la poca experiencia que me da el cierto interés que me generan las cuestiones médicas, creo que pecó de soberbia y que no fue todo lo cuidadoso que debiera. La semana pasada me planté en la consulta del susodicho doctor y esto fue exactamente lo que le dije. La verdad es que su respuesta no fue del todo lo que me esperaba: me vino a decir que para no ser médico me permitía opinar demasiado sobre medicina, y que él tenía la conciencia tranquila sobre su actuación, antes, durante y después de la operación. También añadió (sin hacer yo la más mínima mención a demandar) que "no me recomendaba meterme en líos legales porque tenía las de perder" y que si mi hijo ya no tenía el problema vascular que presentaba, no sabía de qué me quejaba...
Para hacéroslo corto, he decidido no demandar judicialmente. Voy a limitarme a poner una queja en ante el Defensor del paciente por el tratamiento y por el trato de este doctor. Sé que las consecuencias no serán dramáticas para él (y tampoco lo pretendo), pero sí que creo que surtirán un pequeño efecto de llamada de atención, o al menos lo espero...
Lo que me ha hecho tomar esta decisión,han sido esencialmente dos aspectos:
- El primero que como os decía, no busco una indemnización económica, sino moral. Y me ha quedado claro que este señor no tiene la más mínima intención de proporcionármela. No dudo por otra parte que sea un excelente cirujano, pese a que en mi caso haya habido problemas.
- El segundo, es que he leído a varios de vosotros aconsejarme disfrutar de mi hijo ya que está bien y dejarme de mal karma. Y la verdad es que tenéis razón. Prefiero cerrar este capítulo y centrarme en lo importante.
Os dejo con un vídeo que me impacta cada vez que lo veo. No soy muy dado a vídeos motivacionales, la verdad, pero este me llega al fondo cada vez que lo veo y escucho. Es de una charla que dio un tal Ric Elias, un superviviente del vuelo que amerizó en el río Hudson, en nueva York en el que relata los segundos en que creyó que iba a morir. Obviamente no me he visto en una tesitura tan terrible nunca, pero sus conclusiones creo que son válidas para cualquiera de nosotros.