croma
Habitual
Sin verificar
Hola:
He visto un hilo aquí (https://relojes-especiales.com/threads/iroshizuku-asa-gao.433302/) que me ha hecho recordar algo que leí sobre un fenómeno muy raro sobre el que no hay un consenso claro, pero que podría explicar que algunas de nuestras compañeras de foro fueran capaces de ver los colores de una forma, digamos, mejorada y ampliada. El fenómeno se denomina Tetracromatismo visual, y para explicarlo brevemente, he recurrido a diversas fuentes de internet a las que todos pueden acceder introduciendo el término en el buscador que gusten.
La visión tetracrómatica es aquella basada en el uso de cuatro canales independientes para la recepción de información de color, lo que implica la posesión de cuatro tipos diferentes de células receptoras del color, denominadas conos, en la retina del ojo y que son sensibles a la luz de alta intensidad. Por contraposición a los conos, en la retina de los vertebrados se encuentran un segundo tipo de células receptoras denominadas bastones, que son receptoras de luz de baja intensidad, pero no son sensibles al color propiamente dicho. Como todo el mundo sabe, con poca luz no somos capaces de detectar colores y de ahí viene la expresión “de noche, todos los gatos son pardos”.
El caso normal en los seres humanos es la existencia de tres canales sensibles al color, es decir, de tres tipos de conos, cada uno de ellos sensible a la luz con un ancho de banda distinto, y en concreto, rojo, verde y azul. La sensación de color se elabora en el cerebro a partir de la integración de la señal recibida por cada uno de estos tres canales. Una de las consecuencias de anomalías en estas células es el conocido daltonismo, en el cual, uno o más de los tipos de conos es defectuoso y no responde correctamente al espectro de luz que debería reconocer.
Un ojo normal humano puede identificar alrededor de diez mil colores diferentes.
El tetracromatismo está presente en muchas especies de aves, peces, anfibios, reptiles, arácnidos e insectos y suele consistir en la existencia de un cuarto tipo de cono que alberga pigmentos visuales sensibles a la región ultravioleta cercano del espectro. Esto significa que el animal puede ver longitudes de onda que están fuera del espectro visible para la visión típica del ser humano, y que pueden ser capaces de distinguir tonos y matices entre dos colores que para el ojo humano serían colores idénticos.
En la especie humana, dos de los genes que controlan los fotopigmentos de las células visuales se localizan en el cromosoma X. El hecho de que los genes responsables de los conos rojos y verdes se encuentren en el cromosoma X y dado que las mujeres tienen dos de estos cromosomas, provoca que existan más probabilidades de que sean ellas las que puedan tener dos versiones distintas de esos genes y ser portadoras de alguna variante de fotopigmento funcional diferente, por lo que presentarían tetracromatismo, al tener simultáneamente cuatro tipos funcionales de células conos, cada tipo con un patrón de respuesta a luces de diferentes longitudes de ondas en el espectro visible.
Los estudios coinciden en que es un fenómeno muy raro que podría afectar a entre un 2% (Jay Neitz de la Universidad de Seattle) y un 9% (Julio A. Lillo Jover, de la Universidad Complutense de Madrid) de las mujeres del mundo, las cuales podrían tener un cuarto tipo de cono, con sensibilidad a una luz cuyo espectro estaría entre el del cono de color rojo y el de color verde, lo que les permitiría, teóricamente, un incremento significativo en la capacidad de diferenciación de colores. Hay fuentes que amplían el porcentaje de la población que podría presentar esta anomalía. Pero hasta el momento, se han documentado tres posibles tetracrómatas. Una pintora llamada Concetta Antico que ha aprovechado el tirón para hacerse popular en internet, la "Señora M", una trabajadora social inglesa, que fue localizada en un estudio realizado en 1993, y una mujer médico, cerca de Newcastle, Inglaterra, que se identificó en un estudio realizado en 2006 (las referencias se pueden consultar en Wikipedia).
Se estima que las tetracrómatas pueden identificar entre quinientos y mil colores más que los tricrómatas.
La variación en los genes de los pigmentos de los conos están muy difundidas en la mayoría de las poblaciones humanas, pero el tetracromatismo más prevaleciente y pronunciado derivaría de mujeres portadoras (sin padecerla) de las mayores anomalías de pigmentos rojo-verde, anomalías clasificadas usualmente como formas de daltonismo o "ceguera al color" (protanomalía o deuteroanomalía).
La sensibilidad para percibir los colores de las personas tetracrómatas podría estar en el origen de esa desconcertante facilidad de algunas mujeres para distinguir matices de color, incomprensible para los hombres de su entorno. También tendría como consecuencia una visión nocturna mejorada, siendo capaces de distinguir colores en condiciones de baja iluminación, mientras la visión normal tricromática queda reducida a una simple escala de grises.
El problema es que no es un fenómeno fácil de diagnosticar. Los test que circulan en la red son básicamente inútiles, cuando no simplemente falsos, para determinar la condición de tetracromatismo, no quedando más opción que recurrir a expertos en oftalmología para obtener un diagnóstico correcto. Por ese motivo no se cita ninguno concreto aquí y se advierte de algunos que han llegado a hacerse virales, causando gran confusión sobre este asunto.
Me encantaría que alguna de nuestras compañeras descubriera que realmente tiene esta facultad, no solo por la ventaja que para ellas puede representar ver el mundo con un espectro mayor y más definido de colores, sino porque, a partir de ese momento, se convertirían en nuestras catadoras perfectas de tintas por derecho propio.
Saludos.
He visto un hilo aquí (https://relojes-especiales.com/threads/iroshizuku-asa-gao.433302/) que me ha hecho recordar algo que leí sobre un fenómeno muy raro sobre el que no hay un consenso claro, pero que podría explicar que algunas de nuestras compañeras de foro fueran capaces de ver los colores de una forma, digamos, mejorada y ampliada. El fenómeno se denomina Tetracromatismo visual, y para explicarlo brevemente, he recurrido a diversas fuentes de internet a las que todos pueden acceder introduciendo el término en el buscador que gusten.
La visión tetracrómatica es aquella basada en el uso de cuatro canales independientes para la recepción de información de color, lo que implica la posesión de cuatro tipos diferentes de células receptoras del color, denominadas conos, en la retina del ojo y que son sensibles a la luz de alta intensidad. Por contraposición a los conos, en la retina de los vertebrados se encuentran un segundo tipo de células receptoras denominadas bastones, que son receptoras de luz de baja intensidad, pero no son sensibles al color propiamente dicho. Como todo el mundo sabe, con poca luz no somos capaces de detectar colores y de ahí viene la expresión “de noche, todos los gatos son pardos”.
El caso normal en los seres humanos es la existencia de tres canales sensibles al color, es decir, de tres tipos de conos, cada uno de ellos sensible a la luz con un ancho de banda distinto, y en concreto, rojo, verde y azul. La sensación de color se elabora en el cerebro a partir de la integración de la señal recibida por cada uno de estos tres canales. Una de las consecuencias de anomalías en estas células es el conocido daltonismo, en el cual, uno o más de los tipos de conos es defectuoso y no responde correctamente al espectro de luz que debería reconocer.
Un ojo normal humano puede identificar alrededor de diez mil colores diferentes.
El tetracromatismo está presente en muchas especies de aves, peces, anfibios, reptiles, arácnidos e insectos y suele consistir en la existencia de un cuarto tipo de cono que alberga pigmentos visuales sensibles a la región ultravioleta cercano del espectro. Esto significa que el animal puede ver longitudes de onda que están fuera del espectro visible para la visión típica del ser humano, y que pueden ser capaces de distinguir tonos y matices entre dos colores que para el ojo humano serían colores idénticos.
En la especie humana, dos de los genes que controlan los fotopigmentos de las células visuales se localizan en el cromosoma X. El hecho de que los genes responsables de los conos rojos y verdes se encuentren en el cromosoma X y dado que las mujeres tienen dos de estos cromosomas, provoca que existan más probabilidades de que sean ellas las que puedan tener dos versiones distintas de esos genes y ser portadoras de alguna variante de fotopigmento funcional diferente, por lo que presentarían tetracromatismo, al tener simultáneamente cuatro tipos funcionales de células conos, cada tipo con un patrón de respuesta a luces de diferentes longitudes de ondas en el espectro visible.
Los estudios coinciden en que es un fenómeno muy raro que podría afectar a entre un 2% (Jay Neitz de la Universidad de Seattle) y un 9% (Julio A. Lillo Jover, de la Universidad Complutense de Madrid) de las mujeres del mundo, las cuales podrían tener un cuarto tipo de cono, con sensibilidad a una luz cuyo espectro estaría entre el del cono de color rojo y el de color verde, lo que les permitiría, teóricamente, un incremento significativo en la capacidad de diferenciación de colores. Hay fuentes que amplían el porcentaje de la población que podría presentar esta anomalía. Pero hasta el momento, se han documentado tres posibles tetracrómatas. Una pintora llamada Concetta Antico que ha aprovechado el tirón para hacerse popular en internet, la "Señora M", una trabajadora social inglesa, que fue localizada en un estudio realizado en 1993, y una mujer médico, cerca de Newcastle, Inglaterra, que se identificó en un estudio realizado en 2006 (las referencias se pueden consultar en Wikipedia).
Se estima que las tetracrómatas pueden identificar entre quinientos y mil colores más que los tricrómatas.
La variación en los genes de los pigmentos de los conos están muy difundidas en la mayoría de las poblaciones humanas, pero el tetracromatismo más prevaleciente y pronunciado derivaría de mujeres portadoras (sin padecerla) de las mayores anomalías de pigmentos rojo-verde, anomalías clasificadas usualmente como formas de daltonismo o "ceguera al color" (protanomalía o deuteroanomalía).
La sensibilidad para percibir los colores de las personas tetracrómatas podría estar en el origen de esa desconcertante facilidad de algunas mujeres para distinguir matices de color, incomprensible para los hombres de su entorno. También tendría como consecuencia una visión nocturna mejorada, siendo capaces de distinguir colores en condiciones de baja iluminación, mientras la visión normal tricromática queda reducida a una simple escala de grises.
El problema es que no es un fenómeno fácil de diagnosticar. Los test que circulan en la red son básicamente inútiles, cuando no simplemente falsos, para determinar la condición de tetracromatismo, no quedando más opción que recurrir a expertos en oftalmología para obtener un diagnóstico correcto. Por ese motivo no se cita ninguno concreto aquí y se advierte de algunos que han llegado a hacerse virales, causando gran confusión sobre este asunto.
Me encantaría que alguna de nuestras compañeras descubriera que realmente tiene esta facultad, no solo por la ventaja que para ellas puede representar ver el mundo con un espectro mayor y más definido de colores, sino porque, a partir de ese momento, se convertirían en nuestras catadoras perfectas de tintas por derecho propio.
Saludos.
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