B
barista
Visitante
Buenas noches amigas y amigos del Foro Vintage,
Como siempre, un gusto saludarlos
Como bien ustedes saben, han surgido inquietudes en nuestro amado sótano a propósito de un posible y probable viaje conjunto con sabor a quedada caribeña en el increíble paraíso de nuestro querido Williams y su paciente patrona. Algunos han comentado lo costoso del viaje, la necesaria e imperiosa inyección de euros en cuentas bancarias atoradas ya de los inesperados y frecuentes tropiezos de la vida cotidiana; y los menos, de que el sueño no podrá cumplirse. Mi inconsciente ( ¡ que existe ! aunque cueste creerlo ) no ha dudado en calificar la atribulada aventura de " disparate ".
Disparate o no ( pues en el sótano la locura es medida y razón de todas las cosas ) me parece que podemos empezar a ahorrar si implementamos una serie de técnicas muy sencillas en vistas a lograr el dinero del pasaje y la módica estadía - pues Williams nos ha ofrecido tarifa solidaria forera-vintage -.
Las técnicas que propongo son las siguientes, y por supuesto, se aceptan modificaciones en las mismas:
A) Estar a pan y agua un año entero
Ya saben que el recogimiento, la vida asceta y el desprenderse de lo material ayuda a purificar el alma. Aquí se trata de que el combustible que nos motoriza todos los días no incida en nuestro empeño para llegar a poner pies en aguas caribeñas. El pan y el agua, de reconocida bondad y pureza bíblicas, nos ayudarán a juntar esas monedas para dar rienda suelta a nuestros sueños en la afamada isla venezolana. Mi recomendación, entonces: pan, agua, y un modesto y simple Herodia con vidrio bombé y correa de cuero original para lucir en muñeca ahorrativa y libre de excesos:
B) Poner en la alcancía lo que gastaríamos en ropa, zapatos, carteras o maletines durante un año:
Lo que estoy pidiendo es difícil, pero no imposible. La verdad es que yo podría estar un año sin comprar ninguna de esas cosas, aún a costa de golpearme la cabeza contra un poste de luz de la insoportable ansiedad ¡¡¡ amo los zapatos, las carteras y las botas !!! ¿ Qué clase de mujer sería yo, sino ? La tríada "ROPA-ZAPATOS-CARTERAS" es una debilidad muy femenina - y propia - que es casi intolerable superar, aunque como los deseos de viaje al paraíso de Williams es mayor a ese deber ser mujer... pues me someteré a la prohibición autoimpuesta. Ya he empezado, como verán, con alcancía, una pocas monedas y un Fero Feldmann para muñeca pobre y sin pretensiones:
C) Volver a los mágicos móviles de antaño:
Como es de público conocimiento, mi móvil es un Samsung. Feliz con él, ando por la vida desconectada de todo tipo de redes o webs invasivas; hago y recibo llamados; envío mensajes y me los mandan: y ahí se terminó el uno del móvil. Más allá de lo que yo piense, me parece que un aspecto negativo de mi personalidad es no poder afrontar las urgencias tecnológicas tal y como se presentan en la actualidad; no está bien esa suerte de desconección absoluta con ese mundo subterráneo, misterioso y virtual de las comunicaciones interpersonales de este nuevo siglo. Dicho ésto, seguiré con mi Samsung feliz y contenta, pues es una manera de poder ahorrar en compras costosísimas de equipos muy frágiles, que si los miras ya se rompen. Invito, pues, a todos ustedes a volver a ese primer amor que fue el Nokia 1100 ( una gloria absoluta ) y que los dineros destinados a la compra de equipos de última generación se pospongan hasta la vuelta del anhelado viaje. Acompaña al Samsung, uno de mis relojes de infancia, un Mervos despojado y sin caché, ideal para muñecas que saben de los sacrificios del ahorro:
D) Abandonar inalámbricos y volver a las fuentes:
Los teléfonos vintage me encantan. Tengo uno en casa en el que recibo llamados ( pero no puedo hacer, pues es analógico, y con la digitalización de las lineas, ha quedado obsoleto ). Me parece que otra de las maneras en las que podemos juntar algunas monedas que nos sirvan, al menos, para comprarnos el bañador que usaremos en la isla, es cambiar los inalámbricos de nuestras casas por estos aparatosos, simpáticos y distinguidos teléfonos que han hecho nuestras delicias de juventud. Sólo hay que animarse, ya saben. En las fotos aparece el nombrado con un anónimo y carilindo Framont, pieza pobre si las hay.
Se aceptan sugerencias, propuestas u opiniones para lograr que ahorremos todos, así cumplimos el sueño de estar todos juntos, como ahora.
Gracias por leer amigos y amigas.
Vuestra serengenge72013
Como siempre, un gusto saludarlos
Como bien ustedes saben, han surgido inquietudes en nuestro amado sótano a propósito de un posible y probable viaje conjunto con sabor a quedada caribeña en el increíble paraíso de nuestro querido Williams y su paciente patrona. Algunos han comentado lo costoso del viaje, la necesaria e imperiosa inyección de euros en cuentas bancarias atoradas ya de los inesperados y frecuentes tropiezos de la vida cotidiana; y los menos, de que el sueño no podrá cumplirse. Mi inconsciente ( ¡ que existe ! aunque cueste creerlo ) no ha dudado en calificar la atribulada aventura de " disparate ".
Disparate o no ( pues en el sótano la locura es medida y razón de todas las cosas ) me parece que podemos empezar a ahorrar si implementamos una serie de técnicas muy sencillas en vistas a lograr el dinero del pasaje y la módica estadía - pues Williams nos ha ofrecido tarifa solidaria forera-vintage -.
Las técnicas que propongo son las siguientes, y por supuesto, se aceptan modificaciones en las mismas:
A) Estar a pan y agua un año entero
Ya saben que el recogimiento, la vida asceta y el desprenderse de lo material ayuda a purificar el alma. Aquí se trata de que el combustible que nos motoriza todos los días no incida en nuestro empeño para llegar a poner pies en aguas caribeñas. El pan y el agua, de reconocida bondad y pureza bíblicas, nos ayudarán a juntar esas monedas para dar rienda suelta a nuestros sueños en la afamada isla venezolana. Mi recomendación, entonces: pan, agua, y un modesto y simple Herodia con vidrio bombé y correa de cuero original para lucir en muñeca ahorrativa y libre de excesos:
B) Poner en la alcancía lo que gastaríamos en ropa, zapatos, carteras o maletines durante un año:
Lo que estoy pidiendo es difícil, pero no imposible. La verdad es que yo podría estar un año sin comprar ninguna de esas cosas, aún a costa de golpearme la cabeza contra un poste de luz de la insoportable ansiedad ¡¡¡ amo los zapatos, las carteras y las botas !!! ¿ Qué clase de mujer sería yo, sino ? La tríada "ROPA-ZAPATOS-CARTERAS" es una debilidad muy femenina - y propia - que es casi intolerable superar, aunque como los deseos de viaje al paraíso de Williams es mayor a ese deber ser mujer... pues me someteré a la prohibición autoimpuesta. Ya he empezado, como verán, con alcancía, una pocas monedas y un Fero Feldmann para muñeca pobre y sin pretensiones:
C) Volver a los mágicos móviles de antaño:
Como es de público conocimiento, mi móvil es un Samsung. Feliz con él, ando por la vida desconectada de todo tipo de redes o webs invasivas; hago y recibo llamados; envío mensajes y me los mandan: y ahí se terminó el uno del móvil. Más allá de lo que yo piense, me parece que un aspecto negativo de mi personalidad es no poder afrontar las urgencias tecnológicas tal y como se presentan en la actualidad; no está bien esa suerte de desconección absoluta con ese mundo subterráneo, misterioso y virtual de las comunicaciones interpersonales de este nuevo siglo. Dicho ésto, seguiré con mi Samsung feliz y contenta, pues es una manera de poder ahorrar en compras costosísimas de equipos muy frágiles, que si los miras ya se rompen. Invito, pues, a todos ustedes a volver a ese primer amor que fue el Nokia 1100 ( una gloria absoluta ) y que los dineros destinados a la compra de equipos de última generación se pospongan hasta la vuelta del anhelado viaje. Acompaña al Samsung, uno de mis relojes de infancia, un Mervos despojado y sin caché, ideal para muñecas que saben de los sacrificios del ahorro:
D) Abandonar inalámbricos y volver a las fuentes:
Los teléfonos vintage me encantan. Tengo uno en casa en el que recibo llamados ( pero no puedo hacer, pues es analógico, y con la digitalización de las lineas, ha quedado obsoleto ). Me parece que otra de las maneras en las que podemos juntar algunas monedas que nos sirvan, al menos, para comprarnos el bañador que usaremos en la isla, es cambiar los inalámbricos de nuestras casas por estos aparatosos, simpáticos y distinguidos teléfonos que han hecho nuestras delicias de juventud. Sólo hay que animarse, ya saben. En las fotos aparece el nombrado con un anónimo y carilindo Framont, pieza pobre si las hay.
Se aceptan sugerencias, propuestas u opiniones para lograr que ahorremos todos, así cumplimos el sueño de estar todos juntos, como ahora.
Gracias por leer amigos y amigas.
Vuestra serengenge72013
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