Se trata de uno de los llamados papeles sintéticos (poliester, polietileno,etc.) en este caso recubierto con un estuco de arcilla, todo ello dicho de forma más atractiva (polvo mineral con una pequeña cantidad de resina no tóxica ¿?). Vaya por delante que esto tiene sus ventajas para determinados usos, como bien expresan en la publicidad: entornos húmedos (más bien mojados), grasientos ¿?, sucios y con altos riesgos, pero dudo que sea de interés para los que preferimos la pluma al bolígrafo, las tintas líquidas a las de gel o pasta, la caligrafía a los garabatos, en definitiva, el gusto por el placer de la escritura tradicional a las indudables ventajas prácticas de los mensajes de SMS.
Habría que saber si el papel es rasgable. Porque primero se inventaron los papeles formados por láminas de poliéster revestidas, que eran muy prácticos para documentos técnicos como los planos, pero que su propia indestructibilidad creaba problemas de uso (a veces una ventaja puede convertirse en un inconveniente). Por ello se crearon los papeles de fibras de polietileno (tipo Tyvek) que tienen todas las ventajas de los plásticos como los anteriores (resistencia al agua), pero se pueden rasgar en caso de necesidad. El problema es que son desagradables para la escritura. Éste nuevo que se anuncia aquí lo ha resuelto con un estucado tipo couché.
Todo esto está muy bien y tiene su utilidad, lo que me enerva es el pegote ecologista. Decir que las resinas son no-tóxicas es una estupidez (más faltaría que lo fueran), que se gasta menos energía en su producción es discutible (faltan datos fiables concretos), y que es 100% reciclable y biodegradable ya es muy sospechoso. Se da a entender que tiene estas cualidades frente al papel tradicional, cuando decir que un plástico sintético es menos tóxico y más reciclable y biodegradable que el papel de fibras naturales es de chiste. Pero vamos, hoy en día, para vender hay que vender hasta lo invendible. No more comments
Perdón por el rollo y un saludo