J
josedelcamino
Novat@
Sin verificar
Estimad@s: Practicamente en todos los foros de relojería gruesa donde se trata la cuestión de la limpieza, se presenta como método perfecto el desengrase y limpieza de cada pieza de la maquinaria con diversos procedimientos y posteriormente el inexcusable abrillantado de dichas piezas hasta obtener un acabado refulgente.
La verdad es que no entiendo la razón de que una vez que hemos liberado a cada pieza de la suciedad (a veces mugre) que le impide un correcto funcionamiento,debemos de cargarnos la pátina de antigüedad que el metal ha adquirido con el paso del tiempo (siglos en muchos casos) e intentar que presente un aspecto que probablemente ni siquiera tenía el dia en que el reloj fue montado.
Creo que quitar esta pátina en el interior es equivalente a que lo hiciésemos con los materiales de la caja en el exterior y procediésemos a limpiar ,por ejemplo, un bronce frotándolo hasta que esté reluciente (como los chorros del oro) y haber destruido con ello la huella del paso del tiempo que sólo con él se adquiere.
La suciedad es una cosa y la pátina otra y personalmente no me molesta en absoluto que la maquinaria de un reloj muestre digna y orgullosamente su ancianidad al tiempo que con nuestros cuidados sigue haciendo latir el corazón del reloj.
Un saludo muy cordial.
José del Camino
La verdad es que no entiendo la razón de que una vez que hemos liberado a cada pieza de la suciedad (a veces mugre) que le impide un correcto funcionamiento,debemos de cargarnos la pátina de antigüedad que el metal ha adquirido con el paso del tiempo (siglos en muchos casos) e intentar que presente un aspecto que probablemente ni siquiera tenía el dia en que el reloj fue montado.
Creo que quitar esta pátina en el interior es equivalente a que lo hiciésemos con los materiales de la caja en el exterior y procediésemos a limpiar ,por ejemplo, un bronce frotándolo hasta que esté reluciente (como los chorros del oro) y haber destruido con ello la huella del paso del tiempo que sólo con él se adquiere.
La suciedad es una cosa y la pátina otra y personalmente no me molesta en absoluto que la maquinaria de un reloj muestre digna y orgullosamente su ancianidad al tiempo que con nuestros cuidados sigue haciendo latir el corazón del reloj.
Un saludo muy cordial.
José del Camino