godsmonkey
Milpostista
Sin verificar
Muy buenas a todos
En agradecimiento al compañero Paco (razzi), quien ha tenido la gentileza de donarme la platina de un calibre Orient 469 con la rueda de minutos, compatible con la del calibre 487 que yo necesitaba, dejo este hilo mostrando el proceso de recuperación de este viejo Orient.
Se encontraba en el estado que veis. Perteneció a un antepasado de alguien de mi familia política, quien llevando este reloj corrió una funesta suerte, falleciendo él y medio sobreviviendo el reloj, quedando así de magullado, pero como todo buen Orient que se precie, funcionando. Prefiero no dar más detalles.
Además de todo, tiene más mugre que un gallinero, tanto por dentro como por fuera, y evidentemente los aceites están del todo resecos.
Afortunadamente, bajo ese destrozado plexi se encuentra una esfera casi impoluta. Nos ponemos manos a la obra. Comienzo por el lado de la esfera.
Damos la vuelta y comenzamos con el puente del remontaje automático. Es casi idéntico a los de Seiko, pero viene provisto de dos pequeños puentes, uno para sujetar la leva y otro para la rueda, lo cual es un buen detalle constructivo a favor de Orient.
Continuamos con el tren de rodaje, con el habitual puente intermedio para la rueda de centro.
Listo para la limpieza.
La gasolina de Zippo no es un mal limpiador y es fácil de conseguir, pero tiene la desventaja de dar después más trabajo para eliminar los restos que deja.
A la caja le doy un mínimo repaso con pulimento, aparte de limpieza, lo justo para sacarle un poco de lustro.
Después de unas horas en remojo, ya con los aceites preparados, nos ponemos a montar y aceitar.
Este calibre, como muchos japoneses, tiene la particularidad de tener contrapiedras en las ruedas de escape y tercera. En esta ocasión, sólo en el lado del puente, siendo los de la platina rubíes simples. Esto hace que el recuento total de rubies sea 21 (17 básicos + 2 contrapiedras en rueda de escape y tercera + 2 rueda de remontaje automático).
Esto también hace que pueda resultar un poco penoso el aceitado, ya que obliga a desmontar las liras y contrapiedras para aceitarlas, careciendo de chatones desmontables como los que suelen usarse en el eje del volante, que facilitan el montaje una vez aceitadas las contrapiedras. En este caso hay que coger las contrapiedras aceitadas a pelo, directamente con las pinzas, muy cuidadosamente para no tocar la gota de aceite, para volverlas a colocar en los chatones.
El aceitado se hace como se suele hacer con las contrapiedras del volante.
Continuamos montando, y aquí está el donante que ha salvado este reloj con su rueda de minutos, cortesía de razzi (gracias de nuevo).
El resto del proceso es innecesario mostrar. Aquí lo vemos con un plexi nuevo, en la muñeca funcionando para comprobar y ajustar el desvío, para en breve volver al seno de su familia, que es donde tiene que estar.
Saludos a todos y gracias por leer.
En agradecimiento al compañero Paco (razzi), quien ha tenido la gentileza de donarme la platina de un calibre Orient 469 con la rueda de minutos, compatible con la del calibre 487 que yo necesitaba, dejo este hilo mostrando el proceso de recuperación de este viejo Orient.
Se encontraba en el estado que veis. Perteneció a un antepasado de alguien de mi familia política, quien llevando este reloj corrió una funesta suerte, falleciendo él y medio sobreviviendo el reloj, quedando así de magullado, pero como todo buen Orient que se precie, funcionando. Prefiero no dar más detalles.
Además de todo, tiene más mugre que un gallinero, tanto por dentro como por fuera, y evidentemente los aceites están del todo resecos.
Afortunadamente, bajo ese destrozado plexi se encuentra una esfera casi impoluta. Nos ponemos manos a la obra. Comienzo por el lado de la esfera.
Damos la vuelta y comenzamos con el puente del remontaje automático. Es casi idéntico a los de Seiko, pero viene provisto de dos pequeños puentes, uno para sujetar la leva y otro para la rueda, lo cual es un buen detalle constructivo a favor de Orient.
Continuamos con el tren de rodaje, con el habitual puente intermedio para la rueda de centro.
Listo para la limpieza.
La gasolina de Zippo no es un mal limpiador y es fácil de conseguir, pero tiene la desventaja de dar después más trabajo para eliminar los restos que deja.
A la caja le doy un mínimo repaso con pulimento, aparte de limpieza, lo justo para sacarle un poco de lustro.
Después de unas horas en remojo, ya con los aceites preparados, nos ponemos a montar y aceitar.
Este calibre, como muchos japoneses, tiene la particularidad de tener contrapiedras en las ruedas de escape y tercera. En esta ocasión, sólo en el lado del puente, siendo los de la platina rubíes simples. Esto hace que el recuento total de rubies sea 21 (17 básicos + 2 contrapiedras en rueda de escape y tercera + 2 rueda de remontaje automático).
Esto también hace que pueda resultar un poco penoso el aceitado, ya que obliga a desmontar las liras y contrapiedras para aceitarlas, careciendo de chatones desmontables como los que suelen usarse en el eje del volante, que facilitan el montaje una vez aceitadas las contrapiedras. En este caso hay que coger las contrapiedras aceitadas a pelo, directamente con las pinzas, muy cuidadosamente para no tocar la gota de aceite, para volverlas a colocar en los chatones.
El aceitado se hace como se suele hacer con las contrapiedras del volante.
Continuamos montando, y aquí está el donante que ha salvado este reloj con su rueda de minutos, cortesía de razzi (gracias de nuevo).
El resto del proceso es innecesario mostrar. Aquí lo vemos con un plexi nuevo, en la muñeca funcionando para comprobar y ajustar el desvío, para en breve volver al seno de su familia, que es donde tiene que estar.
Saludos a todos y gracias por leer.