tresenraya
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Quienes no tenemos en nuestra localidad ni en las cercanas rastros, encants o mercadillos dignos de tal nombre debemos salir a pescar a las revueltas aguas de la bahía, donde abunda la pesca, pero también los tiburones y las sirenas dispuestas a embaucarnos con sus fotoshópicos encantos. Aventurado pues en esas aguas, pesqué el otro día, y muestro ahora a vuestra consideración, un pececillo que tiene un par de detalles que captaron mi interés.
La esfera, texturada al modo de los Caunys y los Dogmas, está en condiciones más que buenas. Sin señales de limpiezas caseras que le hayan levantado los minutos, ni suciedades que la afeen. Y, lo que me acabó de decidir, monta un limpísimo movimiento Landeron 540 que, sin ser raro, es infrecuente.
Tengo por ahí un primo suyo, el 523, que se adornó con marcas de postín, pero sospecho que este es más humilde, pues no he encontrado en la red rastros de tan elegantes compañías. Aunque este Festina se adorna con una corona que, espero, servirá a los expertos para indicarme con precisión su año de nacimiento, más allá del vago años cincuenta que sirve de cajón de sastre a los modestos mecánicos texturados de, precisamente, los años cincuenta.
Edito: es de justicia añadir que las fotografías son de su anterior propietario, mucho mejor fotógrafo que yo, y que supongo que no tendrá inconveniente en que las muestre aquí.
La esfera, texturada al modo de los Caunys y los Dogmas, está en condiciones más que buenas. Sin señales de limpiezas caseras que le hayan levantado los minutos, ni suciedades que la afeen. Y, lo que me acabó de decidir, monta un limpísimo movimiento Landeron 540 que, sin ser raro, es infrecuente.
Tengo por ahí un primo suyo, el 523, que se adornó con marcas de postín, pero sospecho que este es más humilde, pues no he encontrado en la red rastros de tan elegantes compañías. Aunque este Festina se adorna con una corona que, espero, servirá a los expertos para indicarme con precisión su año de nacimiento, más allá del vago años cincuenta que sirve de cajón de sastre a los modestos mecánicos texturados de, precisamente, los años cincuenta.
Edito: es de justicia añadir que las fotografías son de su anterior propietario, mucho mejor fotógrafo que yo, y que supongo que no tendrá inconveniente en que las muestre aquí.
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