No dudo que fuera un piloto profesional, que está claro que controla el coche perfectamente. Pero una ciudad habitada no es para que un tío, por muy bueno que sea, se luzca. Y los semáforos son para respetarlos, porque si en un cruce hay uno rojo, el otro estará verde. A mí no me gustaría cruzar un semáforo y encontrarme a este caballero rodando la segunda parte del video. En un circuito cerrado al público, vale, pero en una ciudad del tamaño de Paris (unos 10 millones de habitantes en la época), no está todo controlado. De hecho, según parece, el director del corto fue detenido a los días.
Edito para decir que no era un piloto profesional, sino el propio Claude Lelouch quien conduce, como él mismo dice en el segundo vídeo. Le preguntan que uno de los misterios del corto es quien conducía, Jackie Ickx, Jacques Lafitte, y él dice que no, que era él mismo.