joler
De la casa
Sin verificar
«From Russia with love» además de dar título a una novela y a una de las más famosas películas del agente 007 es el eslogan elegido por Moscow Time para publicitar sus relojes.
Poco se sabe sobre la historia de la marca al margen de que utiliza un movimiento ruso de Slava mientras que el resto de las piezas son de origen chino. Al parecer la colección estaba destinadas al mercado británico y por eso se encontraban con frecuencia en Armazón y EBay de Reino Unido.
La pieza en cuestión es el modelo en PVD rosa, calibre automático Slava con pase rápido de fecha mediante pulsador, y bisel giratorio de hora mundial accionado por la segunda corona.
El reloj es de unos 44 mm. de diámetro con unas asas poderosas que lo hacen demasiado grande para mi gusto.
Está muy bien construido y tanto el acabado satinado de la caja como el dial evidencian que se ha buscado una pieza que transmita calidad.
El movimiento Slava automático con doble barrilete de descarga simultánea es, en mi opinión, lo mejor que ha dado la relojería rusa y no debe faltar en ninguna colección.
Su apariencia es tan espartana y poco atractiva que apenas justifica el cristal de la parte posterior.
Moscow Time comercializó en su tiempo un buen número de piezas que, con el mismo movimiento, intentaban abarcar distintas posibilidades (estilo buceador, aviador, elegante...) por un precio en el entorno de los 200 euros.
Afortunadamente ahora estos relojes se pueden encontrar por mucho menos y son una excelente oportunidad para hacerse con el calibre ruso técnicamente más refinado en un envoltorio atractivo y de calidad.
Buen verano.
Cruzando el río Mara
Poco se sabe sobre la historia de la marca al margen de que utiliza un movimiento ruso de Slava mientras que el resto de las piezas son de origen chino. Al parecer la colección estaba destinadas al mercado británico y por eso se encontraban con frecuencia en Armazón y EBay de Reino Unido.
La pieza en cuestión es el modelo en PVD rosa, calibre automático Slava con pase rápido de fecha mediante pulsador, y bisel giratorio de hora mundial accionado por la segunda corona.
El reloj es de unos 44 mm. de diámetro con unas asas poderosas que lo hacen demasiado grande para mi gusto.
Está muy bien construido y tanto el acabado satinado de la caja como el dial evidencian que se ha buscado una pieza que transmita calidad.
El movimiento Slava automático con doble barrilete de descarga simultánea es, en mi opinión, lo mejor que ha dado la relojería rusa y no debe faltar en ninguna colección.
Su apariencia es tan espartana y poco atractiva que apenas justifica el cristal de la parte posterior.
Moscow Time comercializó en su tiempo un buen número de piezas que, con el mismo movimiento, intentaban abarcar distintas posibilidades (estilo buceador, aviador, elegante...) por un precio en el entorno de los 200 euros.
Afortunadamente ahora estos relojes se pueden encontrar por mucho menos y son una excelente oportunidad para hacerse con el calibre ruso técnicamente más refinado en un envoltorio atractivo y de calidad.
Buen verano.
Cruzando el río Mara