joler
De la casa
Sin verificar
ADVERTENCIA: a continuación se muestran fotos de animales vivos que podrían herir la sensibilidad.
Finalizadas ya las vacaciones es conveniente buscar algún pequeño aliciente que ayude, especialmente a los más pequeños, a conectar de nuevo con la rutina.
Lo primero de todo es que el bicho este vigilado en todo momento mientras hacemos los preparativos necesarios.
Nosotros nos hemos ayudado de dos experimentados colaboradores.
La construcción de un pequeño formicario casero puede ser una excelente oportunidad para endulzar un poco esa semana de tránsito entre el final de las vacaciones y la vuelta a la normalidad.
Para su construcción partiremos de una plancha de aislante (creó que se llama porespan) que se encuentra en centros de bricolaje por muy poco dinero.
En ella haremos un diseño preliminar del formicario que será más bonito cuanto más tortuoso.
En la parte inferior dibujáremos un rectángulo que será el área de esparcimiento.
Posteriormente vaciaremos el área señalada con la punta de un destornillador asegurándonos de dejar cámaras algo más anchas que las galerías.
Este es el mío casi terminado con unas medidas de 25 por 45 centímetros.
Para tapar las galerías he utilizado el cristal de un viejo cuadro (que lógicamente condiciona las medidas del formicario) y lo he fijado con silicona.
El área de esparcimiento o forrajeo se cubrirá con algún elemento hermético pero que sea a la vez practicable como por ejemplo una caja de bombones.
En la parte inferior dispondrá de un agujero que lo conectará directamente con la entrada del formicario.
Con nuestro formicario terminado ha llegado el esperado momento de liberar al bicho.
En efecto, se trata de una Reina de messor barbarus ( la típica hormiga granívora) con su incipiente colonia en su probeta de transporte.
En esta imagen más cercana podemos ver a la reina atendida por su séquito de hormigas enfermeras.
A continuación depositáremos la probeta dentro del área de forrajeo y la fijaremos a la base con un trozo de adhesivo para evitar que ruede al mover el formicario.
Finalmente taparemos el futuro hormiguero con un trozo de cartón para que las hormigas se sientan seducidas a ocuparlo.
Cuando lo hayan colonizado debe permanecer siempre tapado y sólo lo destaparemos cuando queramos observar su comportamiento ayudándonos de una luz tenue.
Para una observación minuciosa son ideales muestras lupas de relojero con las que podremos observar como las "nurses" transportan los huevos o como desparasitan a cualquier hormiga antes de penetrar en la Cámara Real.
Nada más retirar el trozo de algodón que tapona la probeta la Reina comenzará a dar ordenes a sus cuidadoras y desde ese momento tendremos en nuestras manos una tablet interactiva que contiene un trozo del mundo real.
Espero que lo hayáis encontrado útil e interesante a nivel lúdico y educativo.
Y con esto me despido
Esperando que haya gustado
Que el otro día en un pueblo
Hasta piedras me tiraron.
Cruzando el río Mara
Finalizadas ya las vacaciones es conveniente buscar algún pequeño aliciente que ayude, especialmente a los más pequeños, a conectar de nuevo con la rutina.
Lo primero de todo es que el bicho este vigilado en todo momento mientras hacemos los preparativos necesarios.
Nosotros nos hemos ayudado de dos experimentados colaboradores.
La construcción de un pequeño formicario casero puede ser una excelente oportunidad para endulzar un poco esa semana de tránsito entre el final de las vacaciones y la vuelta a la normalidad.
Para su construcción partiremos de una plancha de aislante (creó que se llama porespan) que se encuentra en centros de bricolaje por muy poco dinero.
En ella haremos un diseño preliminar del formicario que será más bonito cuanto más tortuoso.
En la parte inferior dibujáremos un rectángulo que será el área de esparcimiento.
Posteriormente vaciaremos el área señalada con la punta de un destornillador asegurándonos de dejar cámaras algo más anchas que las galerías.
Este es el mío casi terminado con unas medidas de 25 por 45 centímetros.
Para tapar las galerías he utilizado el cristal de un viejo cuadro (que lógicamente condiciona las medidas del formicario) y lo he fijado con silicona.
El área de esparcimiento o forrajeo se cubrirá con algún elemento hermético pero que sea a la vez practicable como por ejemplo una caja de bombones.
En la parte inferior dispondrá de un agujero que lo conectará directamente con la entrada del formicario.
Con nuestro formicario terminado ha llegado el esperado momento de liberar al bicho.
En efecto, se trata de una Reina de messor barbarus ( la típica hormiga granívora) con su incipiente colonia en su probeta de transporte.
En esta imagen más cercana podemos ver a la reina atendida por su séquito de hormigas enfermeras.
A continuación depositáremos la probeta dentro del área de forrajeo y la fijaremos a la base con un trozo de adhesivo para evitar que ruede al mover el formicario.
Finalmente taparemos el futuro hormiguero con un trozo de cartón para que las hormigas se sientan seducidas a ocuparlo.
Cuando lo hayan colonizado debe permanecer siempre tapado y sólo lo destaparemos cuando queramos observar su comportamiento ayudándonos de una luz tenue.
Para una observación minuciosa son ideales muestras lupas de relojero con las que podremos observar como las "nurses" transportan los huevos o como desparasitan a cualquier hormiga antes de penetrar en la Cámara Real.
Nada más retirar el trozo de algodón que tapona la probeta la Reina comenzará a dar ordenes a sus cuidadoras y desde ese momento tendremos en nuestras manos una tablet interactiva que contiene un trozo del mundo real.
Espero que lo hayáis encontrado útil e interesante a nivel lúdico y educativo.
Y con esto me despido
Esperando que haya gustado
Que el otro día en un pueblo
Hasta piedras me tiraron.
Cruzando el río Mara
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