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Hace unos días presenté esta Nakaya. Como bien dije soy aficionado y/o talibán de MB pero eso no quiere decir que sea un gilipollas -que de hecho lo soy- para reconocer las calidades, bondades y demás atributos de las otras marcas. Nakaya está en la cúspide de la cadena estilográfica y no reconocerlo sería ser subnormal -que también lo soy, aunque este no sea el caso que nos ocupa ahora mismo-.
No había leído este post hasta hace unos minutos. Soy el enfermo de ese cáncer, cáncer de pulmón y pleura, del que habla Jorge. Ya han pasado cuatro años y dos meses desde el diagnóstico, noviembre del 2009, no tres años, amigo Jorge, aunque para el caso que nos ocupa sea lo mismo.
Me dieron siete meses de vida, y, en efecto, en mayo del 2010 le regalé la Nakaya, no en custodia ni en depósito, o sea, le regalé la pluma al amigo Picón. La enfermedad me hizo descubrir, siempre tarde, que ya no era inmortal, y también descubrí que el único modo de permanecer en este mundo era a través del recuerdo de la familia, de los amigos. La entrega de la Nakaya era una manera egoísta de que alguien durante un tiempo y al usarla me recordara. Simple, pero era egoísmo en estado puro, claro.
Decía alguien que “un amigo es una persona de la que se conocen todos sus defectos y que a pesar de todo se la aprecia”. De Jorge no conozco defectos, que los tendrá; es persona generosa, con envidiable sentido del humor, que transmite afecto y cariño, lo cual es muy de agradecer en estos tiempos individualistas, de paro, aislamiento y sursum corda.
Agradezco lo escrito por Jorge, excesivo quizás en lo sensible, pues los ojos se humedecen.
También decía Winston Churchill, del cual Conway Stewart posee una muy estupenda estilográfica, que la salud es un estado transitorio que no presagia nada bueno. En ello estamos.
¡Gracias Jorge, usa la pluma, y gracias a todos los foreros por las bellas palabras escritas!
Duro hilo.
hermosa pluma.
Sólo un detalle. Creo que esa pluma tiene que echar a andar ya. No conozco a tu amigo, pero seguro que te la dio para que la disfrutes no como custodio de la misma.
Dale caña, cada renglón escrito es un aliento a tu amigo.
saludos, Juan.