cronopios
Milpostista
Sin verificar
Hola amigos.
Aquí os presento, hoy un reloj con aspecto tétrico pero cargado de simbolismo y enseñanza de tipo espiritual. Se trata de un “MEMENTO MORI” frase latina que significa -‘Recuerda que eres mortal’-, Suele usarse para identificar un tema frecuente, o tópico, en el arte y la literatura que trata de la fugacidad de la vida.
Algo que nos recuerde el fin de nuestros días se llama un memento mori. Como dije el memento mori es un motivo habitual en el arte, los más grandes maestros de la pintura y de la música nos dejan un memento mori en un fresco o un lienzo o en una sinfonía; solo tenemos que ir a cualquier museo para comprobarlo. Es más fácil tropezar con un memento mori de lo que pensamos.
Una máquina que nos recuerda constantemente el paso del tiempo y lo poco que nos queda es el reloj. Es implacable. En cierto modo, escalofriante. De ahí que un reloj sea un memento mori ideal.
Se empiezan a producir en Francia, Alemania e Inglaterra durante los siglos XVII, XVIII y por lo menos hasta mediados del XIX según dice Montañés en su libro “RELOJES” que Meis reproduce en su libro dos ginebrinos, de 1790 y 1850.
Uno de los modelos más característicos y famosos es el llamado de María Estuardo (María Estuardo, Mary Stuart o María I, reina de Escocia (por poco tiempo), pues fue decapitada).
Este ejemplar era de colgar. Otro de este estilo se encuentra en el museo de Historia del Arte, de Viena y se ven en distintos catálogos de Museos, de mesa y otros estilos. Uno de ellos, pintado, puede verse en el retrato de Beatriz de Dietrichstein (1632), del Convento del Corpus Cristi, de Alcalá de Henares.
Quedan muy pocos ejemplares originales, y Giuseppe Brusa advierte sobre la cantidad de reproducciones tardías que se han hecho de este tipo de reloj, tentador a todo coleccionista.
Este modelo que os presento es original de primeros del siglo XIX, con un trabajo de grabado y calado hecho a mano verdaderamente sorprendente.
El constructor del reloj es ESPINASSA DE CASTELNAUDARY una ciudad de Francia, recogido en el TARDY 1810.
Mide 80 mm de largo y 60 mm de ancho. Hecho de una pieza de plata, burilado hasta conseguir el aspecto actual. 240 gramos de peso.
Lo tengo un par de días, y todavía estoy con los detalles de los grabados. Si os pediría ayuda para descifrar la firma de la caja, que para mí, se está tornando difícil, por la dificultad de su lectura.
Saludos
Cronopios
Aquí os presento, hoy un reloj con aspecto tétrico pero cargado de simbolismo y enseñanza de tipo espiritual. Se trata de un “MEMENTO MORI” frase latina que significa -‘Recuerda que eres mortal’-, Suele usarse para identificar un tema frecuente, o tópico, en el arte y la literatura que trata de la fugacidad de la vida.
Algo que nos recuerde el fin de nuestros días se llama un memento mori. Como dije el memento mori es un motivo habitual en el arte, los más grandes maestros de la pintura y de la música nos dejan un memento mori en un fresco o un lienzo o en una sinfonía; solo tenemos que ir a cualquier museo para comprobarlo. Es más fácil tropezar con un memento mori de lo que pensamos.
Una máquina que nos recuerda constantemente el paso del tiempo y lo poco que nos queda es el reloj. Es implacable. En cierto modo, escalofriante. De ahí que un reloj sea un memento mori ideal.
Se empiezan a producir en Francia, Alemania e Inglaterra durante los siglos XVII, XVIII y por lo menos hasta mediados del XIX según dice Montañés en su libro “RELOJES” que Meis reproduce en su libro dos ginebrinos, de 1790 y 1850.
Uno de los modelos más característicos y famosos es el llamado de María Estuardo (María Estuardo, Mary Stuart o María I, reina de Escocia (por poco tiempo), pues fue decapitada).
Este ejemplar era de colgar. Otro de este estilo se encuentra en el museo de Historia del Arte, de Viena y se ven en distintos catálogos de Museos, de mesa y otros estilos. Uno de ellos, pintado, puede verse en el retrato de Beatriz de Dietrichstein (1632), del Convento del Corpus Cristi, de Alcalá de Henares.
Quedan muy pocos ejemplares originales, y Giuseppe Brusa advierte sobre la cantidad de reproducciones tardías que se han hecho de este tipo de reloj, tentador a todo coleccionista.
Este modelo que os presento es original de primeros del siglo XIX, con un trabajo de grabado y calado hecho a mano verdaderamente sorprendente.
El constructor del reloj es ESPINASSA DE CASTELNAUDARY una ciudad de Francia, recogido en el TARDY 1810.
Mide 80 mm de largo y 60 mm de ancho. Hecho de una pieza de plata, burilado hasta conseguir el aspecto actual. 240 gramos de peso.
Lo tengo un par de días, y todavía estoy con los detalles de los grabados. Si os pediría ayuda para descifrar la firma de la caja, que para mí, se está tornando difícil, por la dificultad de su lectura.
Saludos
Cronopios
Última edición: