albert76
Forer@ Senior
Sin verificar
Me probé un Steinhart GMT.
No me gustan los actores, los escritores, los artistas ni los músicos que me recuerdan (demasiado) a otros cuando los veo, leo sus libros, miro sus obras o escucho sus discos. Cuando detecto esa cercanía y se me hace (demasiado) evidente, hay algo que me dificulta ir a más, seguir experimentando con ellos.
Me pasa igual con los relojes.
Cuando miro un reloj y me viene otro a la cabeza, hay algo que no encaja y que hace que me aleje de éste. En el momento que tomo conciencia de la similitud, algo falla y hace crac, algo se corrompe en el camino que va de la visión a la atracción.
Y ya es imposible sentir nada parecido a la plenitud que a veces da llevar un reloj en la muñeca. Toda la magia y todo el encanto se desvanecen, el reloj te parece falso como un billete de tres euros.
No me gustan los actores, los escritores, los artistas ni los músicos que me recuerdan (demasiado) a otros cuando los veo, leo sus libros, miro sus obras o escucho sus discos. Cuando detecto esa cercanía y se me hace (demasiado) evidente, hay algo que me dificulta ir a más, seguir experimentando con ellos.
Me pasa igual con los relojes.
Cuando miro un reloj y me viene otro a la cabeza, hay algo que no encaja y que hace que me aleje de éste. En el momento que tomo conciencia de la similitud, algo falla y hace crac, algo se corrompe en el camino que va de la visión a la atracción.
Y ya es imposible sentir nada parecido a la plenitud que a veces da llevar un reloj en la muñeca. Toda la magia y todo el encanto se desvanecen, el reloj te parece falso como un billete de tres euros.
Última edición: