Hola Monet. Conozco Tierra Tech y he estado en ella.
En efecto, además de los tres aspectos a los que me referí en mi anterior post, existen otros factores en el amplio mundo del uso industrial del ultrasonido. Solo contemplé estos tres porque en el ámbito de la relojería, las máquinas son pequeñas e incluso algunas no contemplan ni tan siquiera la regulación de la temperatura.
Pero dado que me das pié para el comentario, me lanzo: Un factor importante y que máquinas más avanzadas contemplan, es un control para el barrido de frecuencia y que no es ota cosa que aplicar a los transductores una señal variable en un mas menos 2% para evitar el "standing wave" que dicho para que nos entendamos no es otra cosa que la superposición de frecuencias o resonancia de las ondas que viajan de ida o de vuelta con respecto a las paredes de la cuba. Esta superposición puede sumar o restar potencia, en caso de suma puede provocar daños a los elementos sumergidos, cosa que evitamos con el control del barrido.
En efecto. hay que tener mayor cuidado con las frecuencias más altas. Pero, para que en relojería la limpieza se produzca en el interior de los buchones con las espigas dentro, es indispensable aplicar una frecuencia de 40 KHZ. evitando ciclos superiores a los 2/3 minutos y aumentando temperatura y potenciando el producto desengrasante en la solución acuosa.
En tu post también contemplas aunque de pasada las soluciones acuosas. Amigo Monet tu sabes que si nos ponemos a desarrollar este tema no terminariamos nunca: Medicina; Estética; Mecánica; Pintura industrial (plaforación, zincado, decapado...) Joyería... Para cada caso existe un producto. Para relojería, un desengrasante, un antioxidante, un potenciador de la tensión superficial, jabón líquido y algún abrillantador son suficientes. No debemos olvidar que las máquinas de ultrasonido son máquinas de lavado que "CEPILLAN" los objetos sumergidos, si el "cepillado lo realizas con el producto adecuado. Miel sobre hojuelas.
Un cordial saludo. Agustín