P
PET
Habitual
Sin verificar
Me ha gustado este artículo de Relojísimo (un blog de relojeria), y os lo pongo para vuestro disfrute.
Más de 60 empleados de Lange altamente cualificados, los llamados ajustadores, se concentran exclusivamente en los acabados de las piezas fabricadas en los talleres de Lange. Dominan a la perfección todas las técnicas de acabado de las superficies metálicas, incluso algunas que habían caído en el olvido. Cuando se volvió a establecer la marca en 1990, estas técnicas fueron minuciosamente recreadas para que fueran integradas en la formación de los nuevos miembros del equipo. Un relojero cualificado tarda al menos dos años en dominar todos los cortes y pulidos.
El pulido plano de la rueda de escape y de la platina de la rueda de escape del A. Lange & Söhne 1815 es un ejemplo. El ajustador crea el acabado reflectante frotando la pieza con unas láminas especiales, tratadas con una capa de polvo de diamante. Para que el pulido plano sea perfecto, la pieza se monta sobre un pequeño disco de médula de saúco y se desliza por las mencionadas láminas siguiendo una trayectoria en forma de ocho. El ajustador utiliza tres láminas con un granulado cada vez más fino, que llega a alcanzar las 0,5 micras. A primera vista puede parecer fácil, pero hasta el ajustador más dotado necesita al menos seis meses de práctica para poder dominar el pulido plano y ofrecer resultados uniformes. Además, cada paso requiere un grado extremo de limpieza. Una sola mota de polvo basta para echar a perder el trabajo de varias horas.
El achaflanado es otro ejemplo. Los bordes exteriores de la platina tres cuartos de plata alemana se cortan formando un ángulo de 45 grados y se pulen con pasta y un disco giratorio de madera. Lange probó docenas de materiales diferentes hasta llegar a la conclusión de que si la pieza está fabricada en plata alemana, la madera de tilo es el soporte perfecto para la pasta de pulido. Otro reto para la firmeza de pulso del ajustador: el chaflán debe tener una anchura de exactamente 0,2 milímetros a lo largo de todo el borde. Esta compleja técnica de acabado se aplica incluso a los bordes de las más pequeñas aberturas, como la del muelle real.
Otras muchas técnicas de acabado, como el granulado circular, la nervadura de las tiras metálicas, el acabado lineal, el efecto ”rayos de sol” o el perlado, se dan cita en el 1815, convirtiéndolo en una pequeña obra de arte. El resultado es una estética composición de diferentes colores y texturas de materiales. El pulido de las superficies y bordes crea bellos reflejos que pueden admirarse a través del fondo de caja de cristal de zafiro: una vista que conmoverá a los verdaderos amantes de los relojes
Más de 60 empleados de Lange altamente cualificados, los llamados ajustadores, se concentran exclusivamente en los acabados de las piezas fabricadas en los talleres de Lange. Dominan a la perfección todas las técnicas de acabado de las superficies metálicas, incluso algunas que habían caído en el olvido. Cuando se volvió a establecer la marca en 1990, estas técnicas fueron minuciosamente recreadas para que fueran integradas en la formación de los nuevos miembros del equipo. Un relojero cualificado tarda al menos dos años en dominar todos los cortes y pulidos.
El pulido plano de la rueda de escape y de la platina de la rueda de escape del A. Lange & Söhne 1815 es un ejemplo. El ajustador crea el acabado reflectante frotando la pieza con unas láminas especiales, tratadas con una capa de polvo de diamante. Para que el pulido plano sea perfecto, la pieza se monta sobre un pequeño disco de médula de saúco y se desliza por las mencionadas láminas siguiendo una trayectoria en forma de ocho. El ajustador utiliza tres láminas con un granulado cada vez más fino, que llega a alcanzar las 0,5 micras. A primera vista puede parecer fácil, pero hasta el ajustador más dotado necesita al menos seis meses de práctica para poder dominar el pulido plano y ofrecer resultados uniformes. Además, cada paso requiere un grado extremo de limpieza. Una sola mota de polvo basta para echar a perder el trabajo de varias horas.
El achaflanado es otro ejemplo. Los bordes exteriores de la platina tres cuartos de plata alemana se cortan formando un ángulo de 45 grados y se pulen con pasta y un disco giratorio de madera. Lange probó docenas de materiales diferentes hasta llegar a la conclusión de que si la pieza está fabricada en plata alemana, la madera de tilo es el soporte perfecto para la pasta de pulido. Otro reto para la firmeza de pulso del ajustador: el chaflán debe tener una anchura de exactamente 0,2 milímetros a lo largo de todo el borde. Esta compleja técnica de acabado se aplica incluso a los bordes de las más pequeñas aberturas, como la del muelle real.
Otras muchas técnicas de acabado, como el granulado circular, la nervadura de las tiras metálicas, el acabado lineal, el efecto ”rayos de sol” o el perlado, se dan cita en el 1815, convirtiéndolo en una pequeña obra de arte. El resultado es una estética composición de diferentes colores y texturas de materiales. El pulido de las superficies y bordes crea bellos reflejos que pueden admirarse a través del fondo de caja de cristal de zafiro: una vista que conmoverá a los verdaderos amantes de los relojes