... bah... un reloj mecánico sin segundero... no es para mí...
... bromas aparte...
... ES PEC TA CU LAR...
La complicación relojera de hora de salida y puesta del sol, yo solo la conocía en relojes de magnate, como el Patek de James Ward Packard; en relojes de museo, como el Patek Calibre 89; o en relojes conmemorativos, como el Longines Ephemerides Solaires. Eso sí, siempre estaban referidos a un lugar concreto del mundo; por ejemplo, en el caso del Patek de James Ward Packard, su localidad natal, Warren (Ohio).
Pero ay, amigos; esto es otra cosa: everywhere (o casi). Espectacular. No hay otro apelativo. A esta pieza se le puede configurar el lugar concreto del mundo del que quieres obtener esa información de la hora del amanecer y el anochecer. Increíble hazaña.
Una vez configurado el lugar concreto que deseas, mediante la introducción de los datos de latitud, longitud, y huso horario, la forma de indicar la hora de amanecer y anochecer a lo largo del año, mediante esos sectores móviles, me recuerda a una simulación que hice hace tiempo, de mi medidor de ángulo horario. Un par de imágenes de dos días opuestos del año, servirán para entenderlo.
La primera imagen es de hoy, 30 de mayo, y la segunda del 30 de noviembre.
Vemos la distinta duración de la noche, y fácilmente se aprecia que está hecho con dos sectores negros que se abren o cierran en abanico, según el día del año. De modo similar que en el Krayon.
En otro orden de cosas, antes decía que esta pieza es everywhere, o casi. Veamos esta interesante curiosidad. Si nos fijamos en la escala de la longitud, vemos que alcanza desde 180º Este hasta 180º Oeste, es decir, toda la longitud geográfica. Pero si nos fijamos en la escala de la latitud, vemos que abarca desde 60º Norte hasta 60º Sur, no toda la latitud geográfica desde 90º Norte hasta 90º Sur. ¿Por qué? La explicación es bien sencilla, y es que a partir de los 60º para arriba nos metemos en terreno pantanoso, ya que nos vamos acercando a esos paralelos que conocemos como círculos polares, situados a 66,5º, Norte y Sur, Ártico y Antártico. A partir de estas líneas imaginarias, comienza a darse un extraño fenómeno, y es que comienza a haber días, más y más cada vez que subimos en esa latitud, en los que ocurre que todo el día es de día, o todo el día es de noche. En concreto, justo en los polos, se dan 4 meses de luz total, 4 meses de oscuridad total, y 2 y 2 meses de luz crepuscular (los tránsitos entre las dos posiciones extremas); aproximadamente. Y bueno, como vemos en el Everywhere, eso no sería posible mostrarlo gráficamente con esos sectores móviles, es decir, no pueden mostrar 24 horas de luz total, ni 24 horas de oscuridad total. Por esto, han limitado la operatividad de esta magnífica pieza a las latitides entre 60º Norte y 60º Sur. Aclarada esa curiosidad.
Lo que menos me gusta de esta pieza... es que el hecho de que Antón la haya mostrado aquí, ha despertado en mí las ganas de volver al teclado, y hacerme uno de estos para el móvil... con lo tranquilito y apaciguado que estaba yo...