Casiná
De la casa
Sin verificar
.... no es jambre ninguna.
Cuando yo era un chavalete, que casi acababan de pasar los años del hambre, oí muchas veces esta sentencia entre las personas mayores, generalmente de campo (gran parte de mi infancia, y sobre todo las vacaciones, la pasé andusqueando por las tierras de la sierra de Huelva entre pastores y jornaleros. De todos ellos aprendí muchísimo).
Pues eso me ha pasado a mi: la espera no es tanta si al final llega lo esperado. Hace ya más de dos años compré una máquina de Omega 505, quizás la más cara y sin quizás, sin duda alguna la más cara; pero la compré por su rareza y porque allí, y sin lupa, no me percaté de que la esfera es de restauración. Pero ya tiene un color de envejecimiento que ahora no se lo cambio. Y también porque no tengo la certeza de que me la hicieran perfecta. Sin embargo ahora me alegro de haberla comprado.
Me he llevado todo este tiempo buscando una caja para ella. Pero todo lo que aparecía por la red eran relojes en caja de oro; se debió de hacer poco en acero. Y cuando ha salido alguna en acero se iba a más de los 200 lereles, bastante más.
Sin embargo hace unos días apareció la gran oportunidad, en parte perdida, en Canadá. Había un señor que vendía unas 12 o 14 cajas para Omega 500. El precio era tentador y, además, con mejor oferta también en parte aceptada. Pero le temía a la aduana, casi todo lo que viene de Canadá lo paran.
Y digo que oportunidad en parte perdida porque si llego a saber que tarda sólo 6 días y que no lo paran, aunque hubiera sido en dos o tres pedidos, le habría comprado ocho o diez.
Bueno, pues como ese calibre se ha visto poco por aquí, os dejo algunas imágenes de sus tripas (perdón por la calidad, que hechas de noche no sale tan bien. Las hice al desmontar por si tenía que recurrir a ellas para el montaje y una vez he tenido que hacerlo. Es un movimiento raro, de 1958, y yo he tenido que montar el rodaje al revés de como lo hago siempre, terminando en la de escape porque es absolutamente necesario. Al menos para mi).
Ahí van:
Voy a tener que abrir de nuevo porque le falta fuerza al resorte de segundos indirectos. Si me acuerdo le haré mejores vistas.
Yo estoy muy contento con él pese a sus fallos y espero que algo os guste al menos.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!
Cuando yo era un chavalete, que casi acababan de pasar los años del hambre, oí muchas veces esta sentencia entre las personas mayores, generalmente de campo (gran parte de mi infancia, y sobre todo las vacaciones, la pasé andusqueando por las tierras de la sierra de Huelva entre pastores y jornaleros. De todos ellos aprendí muchísimo).
Pues eso me ha pasado a mi: la espera no es tanta si al final llega lo esperado. Hace ya más de dos años compré una máquina de Omega 505, quizás la más cara y sin quizás, sin duda alguna la más cara; pero la compré por su rareza y porque allí, y sin lupa, no me percaté de que la esfera es de restauración. Pero ya tiene un color de envejecimiento que ahora no se lo cambio. Y también porque no tengo la certeza de que me la hicieran perfecta. Sin embargo ahora me alegro de haberla comprado.
Me he llevado todo este tiempo buscando una caja para ella. Pero todo lo que aparecía por la red eran relojes en caja de oro; se debió de hacer poco en acero. Y cuando ha salido alguna en acero se iba a más de los 200 lereles, bastante más.
Sin embargo hace unos días apareció la gran oportunidad, en parte perdida, en Canadá. Había un señor que vendía unas 12 o 14 cajas para Omega 500. El precio era tentador y, además, con mejor oferta también en parte aceptada. Pero le temía a la aduana, casi todo lo que viene de Canadá lo paran.
Y digo que oportunidad en parte perdida porque si llego a saber que tarda sólo 6 días y que no lo paran, aunque hubiera sido en dos o tres pedidos, le habría comprado ocho o diez.
Bueno, pues como ese calibre se ha visto poco por aquí, os dejo algunas imágenes de sus tripas (perdón por la calidad, que hechas de noche no sale tan bien. Las hice al desmontar por si tenía que recurrir a ellas para el montaje y una vez he tenido que hacerlo. Es un movimiento raro, de 1958, y yo he tenido que montar el rodaje al revés de como lo hago siempre, terminando en la de escape porque es absolutamente necesario. Al menos para mi).
Ahí van:
Voy a tener que abrir de nuevo porque le falta fuerza al resorte de segundos indirectos. Si me acuerdo le haré mejores vistas.
Yo estoy muy contento con él pese a sus fallos y espero que algo os guste al menos.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!